Fracaso español en los mundiales de esquí y alpino
La actuación de los esquiadores españoles en los Campeonatos del Mundo de esquí alpino, que finalizaron el domingo en Bormio, fue un nuevo fracaso, mayor incluso que anteriores. Los cuatro esquiadores españoles intentaron en ocho ocasiones acabar una prueba, y sólo en una lo consiguieron. En el esquí femenino Blanca Fernández Ochoa fue novena en el eslalon gigante (su modalidad favorita). El director técnico desde las últimas elecciones, Manuel Martos, ni siquiera presenció la actuación de los españoles en los eslálones, y el presidente, Segismundo Fraile huyó antes del especial.
Daniele Fioretto, entrenador italiano recién llegado al equipo nacional español y novio de Blanca, no dejaba de decir a los periodistas que viajaron a La Valtellina que, después de las actuaciones de la española en la Copa del Mundo, una medalla en los mundiales era segura. Al finalizar las carreras todo fueron excusas. Al parecer, antes de tomar la salida en el descenso de la combinada, Blanca no tenía allí sus esquís preparados y tuvo que utilizar otros.El eslalon gigante, prueba en la que Blanca tenía muchas posibilidades, parecía más un descenso. Fue marcado por un entrenador austriaco que dispuso el trazado para beneficiar a sus esquiadoras y, en especial, a Elisabeth Kirchler.
Al final ésta fue medalla de plata y Blanca se clasificó en noveno lugar. Una buena clasificación si la española no estuviera situada en el sexto lugar de la clasificación de eslalon gigante en Copa del Mundo y no hubiera sido la sexta en el gigante de los Juegos Olímpicos de Sarajevo (Yugoslavia) el año pasado. Francisco Fernández Ochoa, hermano mayor de Blanca, comentó por RTVE la carrera. No ocultó los fallos que cometieron sus hermanas, Blanca y Lola, durante la prueba. Al final, calificó la actuación española de "desastre". Y eso que todavía no había visto la actuación de los horribres.
El equipo masculino, formado por Carlos Salvadores, Jorge Pérez, Luis Fernández Ochoa y José de Paz, conoció a fondo la nieve italiana. En el eslalon gigante se cayeron todos y en el especial sólo José de Paz se libró de volver al suelo, gracias a que partió en último lugar de los españoles y prefirió terminar la prueba como fuera, antes que seguir el camino de sus compañeros. Segismundo Fraile, presidente de la FEDI se marchó de Bormio antes del eslalon especial.
Los esquiadores españoles van para atrás. En Sarajevo, al menos, Jorge Pérez se clasificó el 20º en el gigante y fue descalificado en la segunda manga cuando podía, haber quedado entre los quince primeros. En los Juegos de Lake Placid (EE UU), en 1980, fue 14º en la misma disciplina. Carlos Salvadores fue medalla de oro en la Universiada de Sofía, en 1983. Pero ahora su moral esta baja y no tienen ilusión. Mientras ven que el equipo femenino (Blanca y Lola) tiene toda la atención de los entrenadores, ellos siguen esquiando con las botas de la temporada pasada y sólo participan en competiciones de segunda división, como el circuito norteamericano. Las botas nuevas las debía proporcionar una casa a la que, está ligado el entrenador y novio de Blanca.
El entrenador austriaco de descenso dimitió de su cargo porque pensaba que su labor no era eficiente. Y eso que de los seis descensos que se han disputado en la Copa del Mundo, sus esquiadores vencieron en tres. El responsable de los equipos nacionales españoles es Manuel Martos, aunque actualmente es vicepresidente y director técnico de la FEDI.
Martos, justificó su rápida marcha: "Para no dejar sola la federación y preparar los campeonatos de España". Respecto al balance, añadió: "Blanca, sobre el papel, superaba a las que quedaron por delante de ella; los chicos esquiaron al cien por cien. Quizás no era el momento". La federación se gasta 14 millones al año en las 25 personas que rodean el esquí de alta competición, aparte sueldos, becas y material.
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