La policía acusa a Moses de ofrecer 100 dólares por servicios sexuales
Edwin Moses, el atleta norteamericano doble campeón olímpico de los 400 metros vallas, ofreció pagar 100 dólares, unas 18.000 pesetas, a cambio de dos actos sexuales, declaró ayer, en un tribunal municipal de Los Ángeles, Susan Gonzales, la mujer policía que se hacia pasar por prostituta y que le arrestó el pasado mes de enero. Moses pasará toda la semana ante el tribunal para intentar defenderse de la acusación de "solicitud ilegal de prostitución".
"¿Cuánto quieres por una hora?", dijo Susan Gonzales que le preguntó Moses desde su automóvil cuando se encontraba en la esquina del Sunset Boulevard. El atleta -continuó la policía- le ofreció entonces 100 dólares a cambio de que ella realizase dos actos sexuales específicos. Susan Gonzales participaba, como miembro de la policía de Los Ángeles, el pasado 15 de enero en una redada contra la prostitución.Moses, de 29 años de edad, se declaró inocente de las acusaciones formuladas contra él y su abogado, Ed Medvene, aseguró al jurado que el propio atleta "les dirá claramente que no pretendió ofrecer dinero a cambio de cualquier acto sexual". Moses, en caso de ser considerado culpable, puede ser sentenciado a seis meses de prisión en una cárcel del condado de Los Ángeles y al pago de una multa de 1.000 dólares, unas 180.000 pesetas.
En cualquier caso, el perjuicio para él puede ser mucho mayor si es condenado, pues se arriesga a perder los jugosos contratos publicitarios de las empresas norteamericanas que utilizan a los atletas de su país y que no querrían anunciarse con un personaje desprestigiado.
Moses, campeón olímpico de 400 metros vallas en los Juegos de Montreal 76 y Los Ángeles 84, además de plusmarquista mundial de la prueba, en la que está invicto desde hace tres años, con más de 100 victorias consecutivas, compartió con la gimnasta Mary Lou Retton la designación de atleta del año por la revista Sports Illustrated.
Moses, aunque podía haber evitado su comparecencia en el juicio y ser representado por sus abogados, ha querido estar presente, junto a su mujer, Myrella, y su madre, Gladys, venida expresamente de Dayton (Ohio), donde reside. No se mostró impresionado por la espera interminable de la elección de los 12 miembros del jurado, seis hombres y seis mujeres, así como por la presencia de varias decenas de informadores a la puerta del tribunal. El juez David Horwitz pareció compadecerse de él, no obstante, pues rechazó enérgicamente las pretensiones de la cadena de televisión NBC de retransmitir el proceso: "Estamos en un tribunal y no en un estudio de la Twenty Century Fox", añadió.
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