Joaquín 'Chino' Roces

Este periodista filipino, buen conversador en castellano, que aprendió de niño, ha obtenido al fin un galardón largamente merecido: la pluma de oro de la libertad, premio concedido por la Federación Internacional de Editores de Periódicos. Joaquín Chino Roces tiene tras de sí una amplia trayectoria como activista y defensor de los derechos humanos en su país. Cuando en 1972 el presidente Ferdinand Marcos impuso la ley marcial en Filipinas, Joaquín Chino Roces figuraba en la cabeza de la lista de las 60.000 personas que fueron encarceladas. Su pecado era el de ser el editor del diario The Manila Times, caracterizado por su línea independiente y democrática.

Chino Roces acaba de ser premiado con la Pluma de Oro de la Libertad, galardón que otorga anualmente la Federación lnternacional de Editores de Periódicos, asociación que en 24 países democráticos agrupa el 75% de los diarios editados."Es un premio para los periodistas democráticos filipinos", dice Roces, de 72 años de edad. Roces habla un español de léxico antiguo, heredado de una época juvenil, "cuando en Filipinas la mitad de la gente hablaba en español", y esta lengua era de uso habitual.

Detenido junto a Aquino en un campo de concentración

Chino Roces estuvo detenido durante dos meses y medio en un campo de concentración, junto a Benigno Aquino -asesinado por un compló militar el 21 de agosto de 1983, cuando regresaba del exilio- y otros personajes de la oposición política al dictador Marcos.Chino Roces, que se encuentra todavía bajo mandato de arresto domiciliario, sigue siendo un luchador por la causa de la libertad. Y no sólo con la pluma. Activista, además de teórico, participa en todas las manifestaciones contra el régimen de Marcos.

"Acabo de andar 2,4 kilómetros al lado de los campesinos que han organizado su marcha de protesta en Manila, porque la libertad para la Prensa hay que defenderla desde la calle hasta las redacciones de los periódicos".

Hay síntomas, sin embargo, que hacen pensar que en Filipinas se vive un lento y paulatino proceso de recuperación de la libertad de prensa. El premio concedido a Roces es, en este sentido, un balón de oxígeno, un apoyo importante que ha llenado de optimismo al articulista.

"Estoy muy contento con el premio", dice Roces, "porque contribuirá a restaurar otra vez la libertad de prensa". Chino no piensa publicar otra vez el The Manila Times, que fue el diario en inglés de mayor circulación en Asia.

Entrevista con Marcos

Recuerda aún Roces la escena y el diálogo que mantuvo con Marcos cuando Chino le preguntó a al presidente si volvería a ser candidato a la elección presidencial si la Constitución le hubiese permitido ir a un tercer mandato."No, nunca iría a un tercer mandato", le respondió el presidente Marcos.

"Le creo", le respondió Roces, "porque es capaz de declarar una ley marcial antes de las elecciones".

Pero Chino Roces piensa, en realidad, que "la mejor prueba de que la ley marcial no funciona la tenemos ahora".

Chino Roces lleva un anillo de goma en el dedo, del que sale un trozo de papel. En seguida explica la razón de este truco cotidiano. "Lo llevo para no olvidarme de las cosas que debo hacer, y a veces se me quema al distraerme con el cigarrillo". Tranquilo y distraido este Chino Roces.

¿Tiene apuntado también que el 15 de mayo deberá ir a Tokio para recibir la Pluma de Oro de la Libertad? "No será necesario", sonríe Roces, "porque para mí representa un premio colectivo y no puedo perdérmelo. El galardón significa, ante todo, un apoyo y una esperanza para que la Prensa y el pueblo de Filipinas recuperen la libertad de expresión".