La Superbowl, la final del deporte norteamericano

Los Miami Dolphins (Delfines) y los San Francisco 49ers (Cuarentaynueveros: por los mineros de oro que llegaron a California en tromba en aquel año del siglo pasado), los dos mejores equipos de la Liga Nacional de Fútbol (NFL) americano, se enfrentarán hoy (24.00 horas, madrugada de mañana en España), en el estadio de la Universidad de Stanford en Palo Alto, California, EE UU. Situado a unas 15 millas (25 kilómetros) de San Francisco, las 80.000 localidades disponibles han quedado agotadas desde hace meses.La cadena ABC ha anunciado el precio más alto en la historia de la televisión por minuto de publicidad durante la transmisión de la XIX Superbowl. Los spots de 60 segundos de duración se venden a un millón de dólares (unas 175 millones. de pesetas). La audiencia televisiva se ha calculado en unos 110 millones de telespectadores. Los 80.000 dueños de las entradas de oro han llegado a pagar hasta 200.000 pesetas por su localidad.

Los dos equipos finalistas del XIX SuperbowI (Supertazón: por la forma del típico estadio de fútbol) traen sendas temporadas históricas a la cita final. Los Miami Dolphins han acumulado 16 victorias contra 2 derrotas, mientras que los San Francisco 49ers ostentan un récord 17 triunfos contra una sola derrota. Para llegar a la Superbow1, los dos equipos tuvieron que quedar entre los ocho mejores de los 26 clubes profesionales que militan en la NFL.

Una gran fiesta

Celebrada por primera vez en el año 1966 como play off entre las dos ligas profesionales de fútbol, en pocos años la Superbowl se ha convertido en el acontecimiento más marchoso del panorama deportivo norteamericano. Comparada a los series finales de beisbol, las World Series, o del hockey sobre hielo, la Stanley Cup, la SuperbowI se distingue por su carácter de partido único, todo o nada en un lance.El fútbol norteamericano, en todo caso, siempre ha sido una fiesta tanto o incluso más que un enfrentamiento deportivo. Orquestas famosas de centenares de instrumentos desfilan durante la media parte con una precisión capaz de hacer sonreír a muchas unidades de instrucción militar. Las universidades y los clubes profesionales suelen enorgullecerse tanto por sus orquestas y majorettes o cheerleaders como por su equipo. La competición para puestos entre las chicas escasamente vestidas es tan intensa -aún a nivel de colegios- que existen cursillos de verano para aprender las técnicas y movimientos propios de estas acrobáticas hinchas.

La Superbowl, con la liga profesional en auge, ha logrado convertirse en la fiesta más grande de todas. Entre cenas, cócteles, conferencias de Prensa, sesiones fotográficas, y un sinfín de actividades extradeportivas, casi no hay tiempo material para preparar el encuentro. Los entrenadores ya no intentan aislar a sus jugadores de la fiesta, puesto que, de todas formas, resulta imposible. Se dejan contagiar por el ambiente, sin olvidar sus cometidos deportivos, y saltan al césped cargados de adrenalina.

Así es el 'football'

El football americano, sucedáneo del rugby británico practicado en el colegio del mismo nombre, se desarrolla sobre un campo de césped -de hierba o superficie artificial- de 94,4 por 48,8 metros, marcado con rayas horizontales cada cinco yardas (91,44 cms.). Cada banda cuenta con 11 jugadores a la vez, pero se puede efectuar sustituciones libremente durante los frecuentes tiempos muertos entre las acciones. A pesar de su nomenclatura pedestre, el fútbol americano se juega principalmente con las manos, sobretodo en su versión moderna en la que domina el juego aéreo.Fundamentalmente, el propósito del fútbol americano consiste en avanzar con el balón contra la resistencia de los 11 defensores del equipo contrario hasta cruzar la línea de gol y anotar un tanto de 6 puntos. Se puede también anotar puntos pateando el balón por encima del larguero (a 3,05 m. de altura) colocado entre dos postes en forma de H a los dos fondos del campo. Un field goal vale 3 puntos, mientras el punto extra, después de anotar el tanto de 6, vale solo un punto.

El equipo en posesión del balón dispone de cuatro oportunidades de avanzar 10 metros para renovar su cupo de oportunidades. En caso de no avanzar los 10 metros, el otro equipo toma posesión del balón y del ataque.

Cada acción arranca desde una línea imaginaria horizontal marcada por el balón y termina cuando el jugador que lleva el cuero esté derribado, o, en caso de una jugada aérea, cuando el balón cae al suelo. Así que la acción no es continua y hay breves reuniones tácticas después de cada actuación, durante las cuales los equipos ofensivos y defensivos fijan sus formaciones y, en el caso del equipo en posesión del pigskin (piel de cerdo), la jugada que van a ensayar. La jugada clásica del fútbol americano tradicional va directamente adelante. Los grandes jugadores de la línea delantera (los más grandes llegan a pesar más de 120 kilos y, sin embargo, poseen una rapidez felina) abren huecos para los veloces corredores que intentan penetrar en la línea defensiva contraría y avanzar con el balón. Cada jugada establece exactamente quién y cómo se bloquea a cada defensor. Si la jugada funciona tal como está diagramada, no queda defensor de pie y el corredor avanza al fondo del campo, anotando el tanto.

El Juego aéreo

El juego aéreo es mucho más arriesgado y complejo. El quarterback o mariscal de campo (el jugador que más maneja el balón y hace funcionar el juego ofensivo) es especialista en pases o lanzamientos del cuero. El éxito del equipo depende, en gran parte, del talento del quarterback. Este jugador, más pequeño y rápido que los gigantes de la línea delantera, enviará a los defensores para avanzar 10, 20 o 50 metros en una sola jugada. El juego aéreo supone el riesgo de la intercepción del balón por parte del equipo defensor.El fútbol americano moderno es un deporte de especialistas. Las plantillas llevan más de 50 jugadores e incluyen especialistas en patear, recibir, pasar, más las unidades especiales, que se encargan de situaciones especiales como el kic koff (la patada inicial que se repite después de cada tanto).

Las grandes estrellas

Tanto los 49ers de San Francisco como los Dolphins de Miami cuentan con quaterbarcks o pasadores de gran altura. Dan Marino, mariscal de campo del Miami, ha sido galardonado como mejor jugador de la temporada, después de establecer plusmarcas en pases completados y en distancia total acumulada por pases. Marino, especialmente eficaz por su habilidad en soltar el balón con una rapidez extraordinaria, es especialista en pases largos o profundos de 20 metros o más. Sus receptores, los diminutos y veloces Mark Duper y Mark Clayton (miden tan solo 1,73) y están considerados poco menos que imparables por sus frustrados defensores. Joe Montana, quarterback de los San Francisco 49ers, se distingue por sus pases cortos y su habilidad en esquivar defensores que tratan de cazarlo.Para Don Shula, entrenador de los Miami Dolphins, la 29ª SuperbowI es su sexta oportunidad de llevarse el codiciado anillo de oro como campeón de la NFL. Como entrenador de los Dolphins ya ha ganado dos Superbowl. Bill Walsh, entrenador de San Francisco, ganó la XVI-SuperbowI con sus esquemas ofensivos complejos, sentando cátedra al mismo tiempo. Mientras que Shula tiene la reputación de ganador y de saber conseguir excelentes resultados adaptando sus sistemas al personal disponible, Walsh goza de gran prestigio como pensador e inventor de un amplio repertorio de complicadas jugadas.