Un policía nacional, muerto de un disparo en Valencia

Un policía nacional, libre de servicio, resultó muerto el lunes, en pleno centro de Valencia, de un disparo en la cabeza. La policía estima que la razón del crimen tal vez fue un ajuste de cuentas.

El agente Pedro Montiel Galera, de 35 años, fue hallado recostado y manando abundante sangre ante el volante de su coche particular, un Seat 850, que estaba estacionado frente a una hamburguesería, en la plaza del País Valenciano, en el centro de la capital.

Se ignora por el momento cuántas personas participaron en el crimen, realizado sobre las cinco de la madrugada del lunes. Fuentes policiales descartaron que esté relacionado con un móvil político, mientras que sí podría estarlo, al parecer, con un ajuste de cuentas o provocado por razones de enemistad personal.

Cuando fue hallado, el policía estaba todavía con vida y fue trasladado inmediatamente al hospital Clínico de la capital valenciana, donde falleció tras ser intervenido quirúrgicamente.

Tras permanecer varias horas el féretro en el Instituto Anatómico Forense de Valencia, donde se instaló la capilla ardiente, los restos mortales del agente fueron trasladados a Burjasot, en cuyo cementerio fueron inhumados.

Pedro Montiel Galera, casado y con dos hijos, había nacido en Burjasot (Valencia) y estaba destinado en la agrupación de conductores del batallón móvil de la Policía Nacional de Valencia.