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BALONCESTO

Madrid niega que pactase repartir las sedes del Mundobasket 86

Fernando de Andrés, director general de Deportes de la Comunidad Autónoma de Madrid, expresó ayer su sorpresa por el hecho que el Comité Organizador del Mundobasket 86 concediera a Madrid la organización de la final del campeonato. De Andrés, que desde un primer momento manifestó el deseo de que "Barcelona sea sede de los Juegos Olímpicos de Verano de 1992", aseguró que Madrid no ha incumplido ningún pacto, entre otras razones porque jamás lo hubo".De Andrés confirmó a este periódico que "en efecto, a mediados de septiembre, coincidimos en una cena con Josep Lluís Vilaseca, director general de Deportes de la Generalitat; Enric Truñó, concejal de Deportes del Ayuntamiento de Barcelona, y Fernando París, director general de Deportes de la Comunidad Autónoma de Aragón. Hablamos informalmente y todos coincidimos en señalar que el tema no debía suponer enfrentamiento alguno. Le dije a Truñó que quedaba a la espera de su llamada, que no se ha producido". De Andrés manifestó estar sorprendido "al no haber tenido ningún otro contacto ni con Truñó ni con Vilaseca".

Lo que sí descubre De Andrés es un ambiente muy raro en torno al concurso "cuyas bases son muy extrañas, pues la única base cuantificable era el dinero. Una bases incomprensibles". Además, Ernesto Segura de Luna, ex presidente de la federación y presidente del Comité Organizador del Mundobasket 86, mantiene con él una primera conversación de sondeo. "Me pide cuáles son los deseos de Madrid y le digo que todos. Me asegura que Barcelona tiene gran interés en la final, pues avalaría su candidatura olímpica. A Segura de Luna le parecía bueno que Madrid no pretendiera la final. Lo cierto es que, en aquel momento, cuando ya habíamos leído en los periódicos que Raimundo Saporta se acababa de entrevistar con Jordi Pujol, la semifinal con España nos pareció poco".

De Andrés empezó a sospechar que existía "un pasteleo previo, pues incluso a Pere Sust, nada más salir elegido presidente de la federación, se le escapó que Barcelona recibiría la final del Mundobasket. Temíamos que la gente pensara que habíamos accedido a un acuerdo, cosa incierta, pues ni siquiera habíamos mantenido conversaciones".

Y entonces decide cambiar de táctica. "Decidimos hacer una oferta muy seria, muy fuerte económicamente, que, aunque tan sólo sirviera para igualar gastos e ingresos, nos garantizara las semifinales. Es decir, nosotros ofertamos 30 millones de pesetas por la final, para asegurarnos las semifinales. Cuando cerramos el sobre sabíamos que no nos iban a dar la fÍnal". De Andrés apuntó que "simplemente me he limitado a hacer aquello por lo que me pagan". De Andrés insistió en que "este caso nos ha superado a todos, pues ha estado rodeado de una extraña dinámica de presiones".

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