La asamblea del PNV aplaza la solución a su crisis interna hasta el día 15

El PNV pospondrá su decisión final sobre el conflicto interno que enfrenta desde hace varios meses al Gobierno vasco y a las diputaciones forales hasta el próximo día 15, en que los nacionalistas volverán a celebrar una asamblea nacional. Tras 19 horas de debate en Castillo de Elejabeltia (Vizcaya), no se logró el acuerdo que pretendía la dirección. Las principales discrepancias entre el Gobierno vasco y las diputaciones se mantienen, a la espera de que las bases del partido, en el plazo de 12 días, adopten una resolución definitiva.

El riguroso pacto de silencio que se comprometieron a observar los asistentes a la asamblea ha imposibilitado el conocer con detalle los aspectos fundamentales del debate suscitado en la asamblea en torno a la crisis interna del partido.Se ha sabido, no obstante, que el significado y alcance de la oferta hecha por los socialistas vascos sobre un hipotético pacto estable sobre los principales problemas que aquejan a la comunidad autónoma fue minuciosamente abordado por los nacionalistas. Ese era el primer punto del orden del día y el único que consiguió un acuerdo genérico entre los asistentes; no obstante, los nacionalistas emplearon casi cuatro horas para debatir la aplicación de una política de alianzas durante la presente legislatura.

Los apoderados del PNV, muchos de ellos recelosos de excluir cualquier negociación con ETA (una de las exigencias de la oferta planteada por los socialistas), se mostraron abiertos al diálogo y convinieron que el Gobierno vasco y el Euskadi Buru Batzar actúen "de forma coordinada en las negociaciones" con las diferentes fuerzas políticas vascas.

En la asamblea, el vicepresidente del Gobierno vasco, Mario Fernández, principal impulsor del diálogo con los socialistas, abogó por la conveniencia de iniciar las negociaciones con el PSE-PSOE antes de que finalice el año.

Mario Fernández, en este sentido, insistió en la necesidad de llegar a un acuerdo que pueda implicar la aprobación en el Parlamento del texto del Consejo Vasco de Finanzas, cuyo plazo de segunda presentación a la Cámara autónoma expira mañana, día 4. El peligro de que la oposición no conceda luz verde al mencionado texto y se vuelva a producir un empate en el Parlamento fue expuesto por Mario Fernández como una de las principales causas que obligan a los nacionalistas a impulsar una política de concertación. Fernández también aludió al riesgo de que se retrase la aprobación de los presupuestos.

A partir de ahí -ya eran las nueve de la noche- los nacionalistas se enzarzaron en el debate, cada vez más tenso, sobre su crisis interna, sin lograr llegar a un acuerdo en el curso de la asamblea, que se prolongó hasta las once de la mañana de ayer, domingo. La mayoría de los delegados guipuzcoanos habían anunciado previamente su intención de no votar en la asamblea nacional cualquier cuestión relacionada con los conflictos internos del partido, dado que preferían que las decisiones partieran de la base a la dirección.

Tensa vigilia

La asamblea nacionalista, que batió el récord de las reuniones internas que ha celebrado el partido en los últimos años, no logró llegar al acuerdo que el aparato deseaba. "De aquí salimos con un acuerdo, a la hora que sea", llegaron a comentar algunos dirigentes nacionalistas. Si el debate se desplaza a las asambleas de base, no es debido a la petición de los apoderados guipuzcoanos, sino, sobre todo, a que los dirigentes nacionalistas han sido incapaces de llegar a un acuerdo concreto sobre el conflicto suscitado entre el Gobierno vasco y las diputaciones en tomo a la polémica aplicación de la ley de Territorios Históricos. El debate, que tan sólo fue interrumpido para que los apoderados pudieran mantener sus respectivas reuniones y elevar propuestas a la asamblea, quedó bloqueado, una vez más, entre el Gobierno vasco y las diputaciones.A propuesta del peneuvista alavés Emilio Guevara, principal autor de la polémica ley de Territorios Históricos, los ocho miembros del Gobierno vasco que asistían a la asamblea se reunieron por separado para redactar un documento que contenía sus tesis sobre los criterios de distribución de recursos; los presidentes de las tres diputaciones forales hicieron lo mismo. Sin embargo, las discrepancias no pudieron quedar sintetizadas en un único documento.