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A Porta le gustaría que le explicaran cómo ha afectado el 'cambio' al fútbol

Pablo Porta, como él dice "todavía presidente de la Federación Española de Fútbol", convocó ayer a la Prensa barcelonesa para despedirse y agradecerle los servicios prestados -"a veces los malos de la película", dijo- Porta, que hoy se despedirá de la Prensa de Madrid -"aquí hago la despedida íntima, allí, la oficial"-, manifestó, durante su parlamento y a preguntas de los informadores, que "a la gente que manda en el deporte español no le gusta el fútbol, eso está claro". El todavía presidente insistió en que "aquí se habla mucho de cambio, pero quisiera que alguien me dijera que es lo que ha cambiado en el fútbol. A lo mejor, las porterías o la regla del fuera de juego", comentó con ironía.Porta declaró que lo que está sucediendo es inexplicable. "No voy a ocultar que mi ideología personal no coincide con la de los que están, en estos momentos, en la Administración. Pero eso no debe ser causa de muerte civil y, por desgracia, creo que esa es la única razón que puede haber impulsado a la Administración a mi muerte". Porta añadió que "en Inglaterra gobiernan conservadores y laboristas indistintamente y el fútbol sigue igual; en Francia, con los socialistas, el fútbol sigue igual; en Alemania, otro tanto".

También se habló del dinero, de las cuentas, de los déficit de los clubes de fútbol. "Sí, sí, eso es lo que dicen, que el fútbol español está arruinado. ¿Y qué sector no lo está? No sólo el fútbol está arruinado, la crisis, aquí, afecta a todo el mundo y desaparecen empresas. Lo curioso es que aquí sólo han desaparecido tres clubes de fútbol". Y, lógicamente, se llegó al dinero de las quinielas. "Estamos de acuerdo en que el fútbol está en crisis, pero resulta que su salvación está en un juego que sin el fútbol profesional no existiría".

Y entonces fue cuando Porta explicó la eterna teoría. "Las quinielas son un juego que se apoya en los clubes, que a su vez necesitan estadios y pagan plantillas profesionales, luz, y demás. Todo eso vale dinero. Si la quiniela se hace sobre partidos infantiles, se recaudan 4 millones; si se hace con Primera División, cientos de millones. Luego, la Administración coge ese dinero y se lo da, en un 33% a los otros deportes, y tan sólo un 1% vuelve al fútbol".

También aquí hubo frases con el mejor estilo Porta. "¡Pero si estos pobres muchachos -y entonces miró a Josep Lluís Núñez, presente en la mesa- tan sólo piden un 3 o 4% y con eso arreglan el problema". Porta dijo no entender nada en torno al dinero de las quinielas. 'Resulta que el dinero de la Quiniela Hípica vuelve a los caballos, el sorteo de la ONCE, a los ciegos, y el de la Cruz Roja, a la Cruz Reja..., pues bien, el del fútbol va a parar a otros deportes. La Administración podría dar un poquito más a los clubes y, con lo que le sobra, seguiría haciendo de Reyes Magos con los otros deportes".

Según Porta, es una malévola maniobra decir que los clubes están mal administrados. "La miseria", apuntó el todavía presidente, "es difícil de administrar. Una cosa está clara, los dirigentes no se han gastado el dinero en putas, ni en borracheras o contratando a orquestas que amenicen sus juntas y reuniones de trabajo".

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