La oposición parlamentaria centrará en el paro sus críticas a los presupuestos del Estado

Todos los grupos de la oposición pedirán la devolución al Gobierno del proyecto de ley de Presupuestos del Estado para 1985, al defender en el pleno que inicia hoy el Congreso de Diputados sus respectivas enmiendas a la totalidad. En la justificación de las enmiendas se mantiene la opinión de que dichas cuentas, como principal instrumento de política económica anual, no servirán al objetivo de creación de empleo. Tanto la derecha como la izquierda criticarán la presión fiscal, en un caso por exagerada y en otro por mal repartida. El Grupo Popular revisará su estrategia y presentará una alternativa global para los ingresos y gastos del Estado, al igual que hizo el PSOE desde la oposición.

El debate de las enmiendas a la totalidad dará oportunidad a todos los grupos para pronunciarse sobre la política económica que se desprende de los números incluidos en los Presupuestos.El cambio en la estrategia parlamentaria del Grupo Popular, según fuentes del mismo, se reflejará en la presentación de un presupuesto alternativo y también en el discurso de su líder. Más que atacar la política socialista por sus objetivos e instrumentos, se orientará a extender el mensaje de que los sacrificios exigidos no han favorecido dichos propósitos.

En este sentido, las primeras cuentas de la oposición conservadora recogerán un reclasificación y reducción de los gastos consolidados del sector público (Estado, Seguridad Social, organismos autónomos, etcétera), que el Ejecutivo cifra para 1985 en 11,13 billones de pesetas. Se basará en aumentar más que el Gobierno los bienes públicos (Justicia, Defensa y Seguridad ganarían terreno a otros) y los comunitarios (Sanidad, Educación), al tiempo que mantiene los gastos sociales y disminuyen los restantes, y en especial las dotaciones para intervenir en los mercados.

Los comunistas denunciarán "una auténtica contrarreforma fiscal" y rechazarán por errática e infructuosa la lógica de rehacer primero los excedentes empresariales y esperar a que aumente la inversión privada. "La política de ajuste duro practicada por el Gobierno y respaldada por la banca y la CEOE", dice la enmienda comunista, "están encaminadas a golpear el empleo y los salarios".

El CDS criticará los objetivos gubernamentales como carentes de coherencia e ineficaces para la indispensable lucha contra el paro y el relanzamiento de la inversión. Euskadiko Ezkerra pedirá la apertura de vías de colaboración con las autonomías para abordar problemas como la reconversión industrial. Para los centristas, los Presupuestos presentados no constituyen un verdadero compromiso económico y jurídico, no son de austeridad, aumentan exageradamente la presión fiscal, regulan inadecuada y arbitrariamente los gastos de personal y disminuyen las inversiones públicas.

La Minoría Catalana propuganará lo que a su juicio no fomenta el Gobierno: una liberalización de las potencialidades de la economía española para evitar la absorción de recursos hacia actividades ineficaces, promocionar intensamente la inversión, modificar los presupuestos actuales del sistema fiscal y adaptarse a la CEE. En cuanto al PNV, basará la orientación de su enmienda en que el Ejecutivo invade áreas autonómicas, fundamenta la política fiscal en un cómodo incremento de la recaudación y no aborda con valentía los ajustes sectoriales.