La televisión privada llega a Francia

Hoy llega a Francia, con el nacimiento del cuarto canal de televisión, Canal Plus, la televisión privada. Puede decirse que 60 años después de la aparición de la pequeña pantalla en Francia comienza una nueva era audiovisual. Y esto por dos razones: Canal Plus, la primera televisión de peaje en el mundo, es un paso franco hacia la privatización, y en segundo lugar, Canal Plus, por la competencia que representa, ya está removiendo el edificio monolítico del monopolio estatal.

Hoy los franceses saltarán de la cama a las ocho de la mañana para ver por primera vez la televisión matinal: informaciones, deportes, gimnasia, meteorología, horóscopos... Algo así como lo que todos están acostumbrados a escuchar a través de la radio y que, desde este domingo, será posible verlo en la televisión. Se trata de la puesta en marcha de Canal Plus, de hecho, el cuarto canal de la televisión francesa.

El nuevo canal difundirá sus emisiones casi sin interrupción durante las 24 horas del día. Con más precisión: de lunes a viernes lo hará durante 20 horas diarias (desde las siete de la mañana hasta las tres de la madrugada del día siguiente) y durante las 24 horas los fines de semana.

Canal Plus responde a una fórmula original, aparentemente integrada en el monopolio del Estado, pero que en la práctica abre una brecha irreparable en este último. El nuevo canal goza de una estructura jurídica privada, y su accionista mayoritario es la agencia Havas, el organismo publicitario más importante de Europa occidental. Pero el accionista mayoritario de Havas es el Estado, y al frente del mismo (el padre de Canal Plus) está André Rousselet, que es uno de los amigos íntimos de Mitterrand de toda la vida. Otras sociedades, bancarias de manera preponderante, son accionistas de Canal Plus, pero también los bancos están nacionalizados.

Armadura estatal

A pesar de la armadura estatal, su específico funcionamiento comercial le fuerza a servir al público que le va a pagar para afianzar su existencia. Canal Plus es la primera televisión de peaje: podrán verse sin pagar algunas emisiones, que al cabo de la se mana totalizan sólo, ocho horas El resto, es decir, la casi totalidad de las imágenes, sólo estarán al alcance de los abonados, que pagarán una cuota mensual de 120 francos (2.400 pesetas) y una clave para poder captar las emisiones que les costará 420 francos. Si se añade el impuesto normal que pagan aquí por cada uno de los 20 millones largos de tele visores, la reforma de la antena y el acoplamiento de un enchufe especial, el nuevo telespectador francés tendrá que pagar el primer año algo más de 3.000 francos (60.000 pesetas).Al iniciar su andadura, Canal Plus, según los responsables, ya ha conseguido lo que se había propuesto: 200.000 abonados para empezar. Para que, sea rentable le hacen falta 750.000, y la dirección estima que los tendrá en 1985. No habrá publicidad en este canal, pero sí emisiones patrocinadas por firmas importantes.

El cine ocupará un espacio determinante en la programación, y algunas de las películas se verán varias Veces cada día. Canal Plus, según sus intenciones ¡niciales, no producirá sus emisiones, o muy pocas al menos. La programación la alimentará con coproducciones con los otros canales franceses o con televisiones extranjeras.

La irrupción de Canal Plus en el mundo del audiovisual ya ha producido efectos benéficos para los telespectadores. Nunca, por ejemplo, desde que la televisión existe en Francia, se habían podido contar tantas y tan excelentes películas como las programadas por los otros tres canales para este mes, de noviembre. Otro tanto va a ocurrir con la televisión matinal, que ya preparan para 1985 las demás televisiones.

Hoy, en suma, es un día histórico para la televisión de este país. El cuarto canal no es más que el aperitivo de lo que se avecina a medio y a largo plazo. Para 1986 se espera que desperdiguen sus imágenes sobre toda Francia cuatro canales de la televisión por satélite, que Francia, definitivamente, explotará con Luxemburgo. Más lentamente, la televisión por cable ya empezó a instalarse hace dos años, pero harán falta algunos lustros para que todo el territorio francés esté acordonado.