El campeón de España, Sánchez Vicario, eliminado por Bardou en semifinales
Jordi Bardou jugará hoy, a partir de las 13.30 horas (TVE), la final del Campeonato de España de Tenis, que se desarrolla en Marbella. A la hora de cerrar esta edición, aun no se conocía el nombre del otro finalista, ya que Juan Avendaño vencía a Jordi Arrese por 6-4,7-5 y 5-7, a la espera de los últimos sets. Bardou derrotó ayer en semifinales, al gran favorito, Emilio Sánchez, 5-7,6-4, 6-2 y 6-4. En la final femenina se enfrentarán Begoña Eraña, que ganó a la veterana Carmen Perea (2-6, 7-5 y 6-4), y Michelle Garth, que venció a Ana Almansa, la teórico favorita, por 6-4 y 6-3.
El todo marbella estará hoy, en la pista central del hotel Puente Romano, donde se celebra el campeonato de España. Ayer ya estaban en. las gradas habituales del Hola o La Revista, como Gonzalo de Borbón, Mercedes Licer o Carmina Ordoñez. A falta de público -las entradas fueron muy pobres hasta ayer-, Manolo Santana, que es el responsable del campeonato por su contrato con el hotel, ha lecho una ardua labor de captación de famosos para asegurarse los objetivos fotográficos.Estarán muchos famosos, pero faltarán los dos tenistas destinados a ser los gladiadores de la jet-set. Jordi Bardou, un joven de 19 años que había bajado a la mediocridad desde su trono de segundo mejor jugador del mundo júnior del año pasado, se ericargó de cambiar el reparto. En octavos de final ganó a Sergio Casal, el favorito teórico, y ayer acabó con Emilio Sánchez,que parecía predestinado a repetir su triunfo del año pasado.
Emilio no creía ayer en predestinaciones: "Los dioses no querían que yo ganase", dijo como justificación a su derrota. Emilio jugó muy agresivo, con más subidas a la red de lo que en él es habitual, pero, como él mismo reconoció, "jugué de forma muy irregular y fallé en los puntos importantes. Bardou tiene un juego muy consistente en el fondo de la pista. Parece que los malos resultados de este año, el sufrimiento que comporta perder cuando se ha ganado tan fácilmente en júniors, ha servido para que Bardou se dé cuenta de que un partido que parece perdido puede pasar a ser ganado. Eso fue lo que le ocurrió ayer. Dominaba por 5-3 en el primer set, y perdió por 7-5. Quizás el Bardoti, del año pasado se habría rendido. Este Bardou, no. Aguantó, apretó la raqueta y no dudó en jugar los puntos necesarios en la red, una zona que apenas antes pisaba.
Emilio Sánchez, como siempre, tenía en su cara el fiel reflejo de la rabia del campeón. Quería ganar, pero no podía. "Quizás estaba más nervioso de lo habitual", reconoció al final. Triste fue el papel de los familiares de Emilio y Bardou, así como de su mismo entrenador, William Pato Álvarez. Ayer, el padre de Bardou. montó un auténtico escándalo durante el descanso, tras el tercer set, acusando a Álvarez, un entrenador que paga la federación, de ayudar exclusivamente a Emilio. Álvarez lo negó.
Aburrimiento
Avendaño y Arrese aburrieron al personal con un partido de estilo sueco. Los dos atrás, inquebrantables al desaliento, lanzaron centenares y centenares de bolas por encima de la red. Arrese era más agresivo en sus golpes, Avendaño más seguro. Lo más divertido para el público y triste para los jugadores, fue la nefasta actuación de un árbitro inexperto. Fueron tantos sus errores que, en una bola dudosa, Avendáño le llegó a decir a Arrese: "Si te digo la verdad, para mí esa bola era mala, pero este señor de aquí" y señaló al árbitro "nos puede volver locos".En la categoría femenina cayó una histórica y surgió una neófita. Carmen Perea fue derrotada por Begoña Eraña, también finalista el año pasado. Eraña corre kilómetros en la pista y fue esa fuerza la que acabó con la resistencia de Perea, quien, a los 32 años, sólo había jugado dos partidos este año.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.