Una dimisión antes de estudiar los telediarios

En el Festival y Muestra Internacional de Programas Iriformativos de Televisión, que se celebra en Sevilla y en el que pIrticipan 46 canales de televisión de todo el mundo, se habló ayer de la oportunidad y futuro de los telediarios. El lunes se proyectó un reportaje de TV-3 sobre el 23-F, y una de los miembros del jurado dimitió por negarle esa, institución una propuesta de solidaridad con un reportero detenido en Afganistán.Según una nota de la organización del Festival, Christine Ockrent, directora del tiflediario francés Antenne 2 y miembro del jurado, dimitió tras ser rechazada una propuesta de solidaridad con el reportero Jacques Abouchard, detenido en Afganistán (véase EL PAIS del 5 de octubre de 1984). Pedía la remisión de un telegrama a las embajadas soviética y afgana en Madrid pidiendo su libertad, lo que fue rechazado por el jurado, que preside Robert Escarpit, profesor de Letras de, la Universidad de Burdeos y periodista, ya que la propuesta obtuvo cinco votos a favor, cuatro abstenciones y dos negativos.

La mesa redonda bajo el título de ¿Hay que seguir haciendo telediarios? reunió a Iñaki Gabilondo, Felipe Mellizo y Antonio Martín Benítez. Éste habló sobre el acuerdo entre el Ente Público y la Junta de Andalucía para el centro de producción de Sevilla, que podrían tener 14 horas semanales y que la Junta no renuncia al canal 3. También dijo que los telediarios tendían a un refrito de la actualidad o noticias puntuales de última hora.

Felipe Mellizo apostó claramente por los telediarios, pero aceptó que la televisión es joven y poco original, por cuanto se remite al cine. Dijo sentir por las tardes una maravillosa sensación: "Hacer una criatura con gran verdad y un poco de belleza". Concluyó su intervención señalando que "la información, para ser interesante, tiene que ser local". El tercer ponente, Iñaki Gabilondo, señaló el carácter de tótem que tienen las noticias en televisión: "Todo lo que dice es supuestamente trascendente", lo que le lleva a pensar que la información televisiva es "una mercancía peligrosa, con razones para domesticar". Creyó notar un cambio en los periodistas, que han pasado de ser "liberados de la sociedad para contar al poder cómo es la sociedad, a ser liberados del poder para contar a la sociedad cómo es el poder".

En la primera jornada se proyectaron reportajes de varias procedencias. Una prótesis no basta, de la RAI; El poder del voto, de la NSTN (EE UU), sobre los hispanos que viven en América ante las presidenciales próximas. Causó sensación el presentado por TV-3 sobre el 23-F, que, a partir de testimonios de testigos directos y el sonido directo del hemiciclo, trata de reconstruir aquella noche. Otro suizo, China: una cópula, un niño, sobre las campañas de control de natalidad en China, y uno uruguayo, Informe sobre minoridad, sobre niños mendigos y delincuentes. Ayer se proyectaron reportajes de Hungría, Checoslovaquia, Bélgica, Japón, Venezuela, Brasil y la Unión Soviética.