Javier de Paz,
el nuevo secretario general de las Juventudes Socialistas, tiene una faceta de su biografía muy poco conocida y que rendondea su joven historial, predominantemente político: sus aficiones taurinas. Javier de Paz llegó a contar con su propio apoderado. Y estuvo a punto de tomar incluso la alternativa. Pero justo cuando todo estaba hecho, Javier se echó para atrás al ver en vivo los toros a los que se tendría que enfrentar. Aunque la política de cornadas -debió de pensar Javier en aquel momento-, siempre serán menos dolorosas que las de un morlaco.
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