Algunos bancos extranjeros abrirán 'sucursales fantasmas' para tratar de competir con las demás entidades nacionales
Alguno de los grandes bancos extranjeros que opera en España están a punto de abrir sucarsales fantasmas, fuera de las estrictamente autorizadas por la legislación vigente. La fórmula que van a utilizar para lograr su objetivo es la creación de una empresa de servicios financieros, que normalmente llevará el mismo nombre que el del banco matriz, y que será autorizada a realizar operaciones no de mero mercado financiero sino también para que proporcione algunos otros servicios claramente bancarios.
Dos de los grandes bancos extranjeros que tienen abierta una sucursal en España tienen ya la autorización para abrir, en las próximas semanas, una sociedad de servicios financieros con los que tratar de ponerse en competencia con la banca nacional, que tiene una amplia red de oficinas, y con los bancos extranjeros que tuvieron la oportunidad de adquirir una entidad española en crisis.La finalización de la venta de los bancos de Rumasa a un grupo de bancos españoles, cuyo objetivo fundamental era impedir que aquellos cayeran en manos de instituciones extranjeras, ha provocado el adelantamiento de las fechas del funcionamiento de algo que unos cuantos bancos extranjeros tenían pensado realizar desde hace tiempo.
Beneplácito oficial
La decisión de abrir estas oficinas de una sociedad de servicios financieros, conecilada con la sucursal en Madrid mediante un ordenador central, cuenta con el beneplácito de las autoridades monetarias y de la Dirección General del Tesoro. La Dirección General del Tesoro y Política Financiera, ve con buenos ojos que en el plazo de un año algunos bancos extranjeros tengan abiertas entre 10 y 20 delegaciones en distintas capitales de provincia porque ello permitirá acercar los pagarés del Tesoro al público que los demanda. Es una forma eficaz, y más barata, de ampliar la red de colocación de este activo financiero del Estado en unos momentos en losque se necesita lograr vender una cantidad creciente de ellos entre el público.
El esquema de funcionamiento de estas sociedades de servicios financieros va a ser muy simple. Una delegación de la sociedad abierta en cualquier capital de provincia o localidad importante, tratará, en un principio, de vender entre los ahorradores de esa zona los productos financieros que se le demanden, en especial los pagarés del Tesoro. En un principio, algunos de los bancos que van a abrir estas sociedades consideran que pueden llegar a colocar en torno al 10% de los pagarés del Tesoro que actualmente están en manos del público, entre los ahorradores de esas zonas que no se desplazan a Madrid, Barcelona o cualquier otro centro financiero a depositar sus ahorros y obtener una rentabilidad más elevada. Se tratará, en definitiva, de una especie de delegación de la oficina principal.
Como quiera que estas instituciones financieras extranjeras no están autorizadas a operar como bancos en toda la extensión del término, no pueden extender talonarios ni abrir cuentas corrientes ni realizar ninguna operación de las típicamente bancarias como pueden ser las transferencias. Para ello tienen que llegar a algún acuerdo con una entidad financiera española que les lleve las operaciones de efectivo que su nueva actividad les va a demandar. Algunos de los grandes bancos españoles ya han mantenido contactos con sus colegas extranjeros que van a abrir estas "tiendas" para facilitarles estas operaciones, mediante un pago estipulado de antemano. Si bien en un primer momento los bancos extranjeros puede que se límiten a vender pagarés del Tesoro, lo que está fuera de toda duda es que nope quedarán ahí a poco que se lo soliciten los nuevos clientes. No es que vayan a buscar depositantes entre los ahorradores pequeños, como si se tratara de un banco al pormenor, como lo hacen la mayoría de los bancos españoles. Van a buscar, en un primer momento, a los grandes inversores de las nuevas zonas a los que no llegan desde,su oficina de Madrid o Barcelona. Estos grandes inversores, empresas importantes de la zona, ahorradores institucionales como colegios profesionales, que tienen una fuerte liquidez durante períodos más o menos prolongados de tiempo, van a ser sus clientes prioritarios. Los mismos que hasta ahora, pero acercándose bastante más a donde se encuentran.
En una segunda etapa, estos inversores y ahorradores acabarán exigiendo la realización de otros servicios, ya más bancarios, que tendrán que ser satisfechos por las instituciones extranjeras, a partir de los acuerdos alcanzados con losbancos españoles implantados en las zonas y que les proporcionarán el dinero en efectivo que necesiten para la concesión de un crédito, la devolución de un depósito cuando este se cancele, o que sirvan de ventanilla donde ingresar las cantidades realmente depositadas en la entidad extranjera.
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