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Los puros y las acusaciones de espionaje, elementos clave para solucionar el conflicto del fútbol

Dos semanas de futbolistas en huelga dieron para mucho. La intrahistoria del conflicto estuvo jalonada de reuniones noctámbulas, de otras secretas, de algunas en ministerios que aún no pueden ver la luz pública, de sentadas en una escalera del INEF, de amplia consumición de cocacolas made in Cuyàs -sin hielo y sin limón-, de peticiones de presidentes para llevar a los juzgados a "determinados periodistas que insultan", o de definiciones de rivales como Reilly Samper. Y puros. Muchos puros. Se han hecho famosos los que llevaban en su vitola la siguiente inscripción: favoritos-Cuyàs. Un regalo de Manuel Meler al secretario de Estado para el Deporte. A Meler, ex presidente del Español, le sobran de su tabacalera de Filipinas.

Todo comenzaba con el ofrecimiento de puros, generalmente a cargo del proveedor máximo de las reuniones, José López, gerente de la AFE, o de los favoritos-Cuyàs, posiblemente con la -¿sana?- intención de que todos fumasen pronto el puro de la paz. El rito del depósito de puros sobre la mesa consituyó el único acto de buena voluntad generalizada durante 89 horas y 59 minutos de las 90 horas que tardó en aparecer el humo blanco. Todo tiene su explicación. Hay quien asegura que, quizá por la intenlidad de lo fumado, hubo momentos en los que casi todos parecían quemados.García Zapata, el director general de Trabajo, se convirtió, con su dictamen vinculante favorecedor de las tesis de los futbolistas, en la nueva bestia negra de la gente del fútbol, expresión ésta adoptada como propia por Manuel Vega-Arango, en claro plagio de Pablo Porta. Un dúo que no ha tenido en este conflicto nada de dinámico, pero que ha coincidido en la utilización léxica de lo que Porta entiende por gente del fútbol, a saber, naturalmente, los directivos. La coincidencia verbal no pasó inadvertida en las mesas de negociación para algunos de los comensales -la mayor parte tuvo como escenario el comedor olímpico del INEF- que, al parecer, siguen sin tener nada que ver con esa gente del fútbol: los futbolistas. Alguno susurró, a la vista de ello, que "todos, menos Porta, Vega-Arango y los directivos, sin enterarnos. Deberían ponerse todos -los dirigentes- en huelga. Para castigarnos por desconocimiento".

Lo del dictamen provocó el cisma en los dirigentes. Han aparecido muchos acusadores entre la gente del fútbol en torno a quien se le ocurrió. "Yo no he sido", exclamó Vega-Arango. "Yo tampoco", dijo Pérez Gascón. "Fue cosa de Vega-Arango y Pérez Gascón", llegó a declarar Jesús Samper. "Eso es incierto", replicó Vega-Arango. Un alto cargo olel CSD, al enterarse de que los clubes aceptaban el informe como vinculante, no pudo reprimir una exclamación: "¿Cómo? ¿Se abren de piernas?".

As de espías

Jesús Samper, el asesor jurídico de los clubes, fue el hombre Iberte en las negociaciones. Salvo el último día. El del acuerdo. EIntre los de la parte contraria, los futbolistas, es decir, la gente que no es del fútbol, corrió el ruinor: "Samper es Reilly. El verdadero as de espías".Samper llegó a ser descalificado por Vega-Arango en comentarios privados. Había una diferencia ostensible en relación con los últimos años. Con Porta, era Porta el que hablaba y Samper apuntaba en un papel. Con Vega-Arango, era Samper el que hablaba y el presidente del Spórting el que callaba. Cuentan que una vez Samper reconoció a Cuyàs que su obligación era, precisamente, la de buscar fórmulas legales para retrasar posibles soluciones. Dos cualificados miembros de la otra parte se cruzaron una frase muy parecida a ésta: "¿Le das tú, o prefieres que lo haga yo"?. No se le aclaró convenientemente a éste periódico si tal licencia obedecía exclusivamente a pura terminología negociadora, o correspondió a un irrefrenable deseo físico.

Las versiones sobre el padre del dictamen son dos. La primera indica que fue Cuyàs quien, de pasada, pudo proponerlo, y que Samper se volcó con el tema, confiado en una resolución favorable. La otra asegura que fue el propio Samper quien ofertó tal asunto, mientras Vega-Arango, que estaba de ayudante, otorgaba con su silencio. Cuando el director general de Trabajo, García Zapata, leyó las conclusiones del dictamen se pidió tiempo muerto. Samper y los suyos se retiraron a deliberar con cara desencajada. Iriarte y sus huestes hicieron lo propio, pero dentro del más puro estilo americano: formaron una piña, juntaron sus manos, y comenzaron a gritar "¡AFE, AFE, AFE"!. Reaccionaron en el segundo tiempo los directivos. Volvieron al comedor con la única misión de tirar al suelo los manteles. Horas después se producía la primera ruptura.

Comidas y frases históricas

Las comidas fueron "de menos a más". Ahí todos coinciden. Se pasó de los bocatas duros del pri mer día, generalmente de chorizo, a los pinchos de tortilla, croquetas y canapés. Gerardo Martínez Retamero, presidente del Betis, solía comenzar con "un jerez y unos taquitos de queso", hasta que se puso enfermo. A José López, de la AFE, alguno de la parte contraria le llama ya "el aspirinas". Tomó varias, pero insuficientes para su "enfermedad táctica" del último día, en el que no apareció para firmar. Cuyàs bebía un promedio de ocho a diez cocacolas. A Samper se le bromeó una vez cuando acerca ba su mano a una bandeja de canapés: "Oye, Jesús, ten cuidado que estás un poco gordo, y a es tas horas no conviene abusar".Retamero llegó a exclamar un día, hacia las siete de la mañana: "A la reunión de presidentes de las once en la federación va a ir un guardia". Y Juanito dijo ésto: "Llevo seis horas en la esquina para sacar un córner". En cierta ocasión, Vega-Arango e Iriarte salieron de otra reunión de cuatro horas, y lo explicaban así a los periodistas: "Aún no hay acuerdos, nos aproximamos en algunos puntos. Todos aportamos nuestra voluntad de soluciones". No había existido tal reunión conjunta. Vega-Arango y los suyos estuvieron casi una hora sentados en una escalera, mientras Iriarte y los de AFE negociaban los puntos reivindicativos relativos a la Administración. Cuyás, beatífico, sugirió a ambas partes que "explicasen todo a la Prensa, como si todo hubiese sido normal".

Los informadores ya habían sido objeto deíratamiento especial, aunque en otra reunión, la de presidentes de clubes en la Federación. Así, en el acta de la celebrada el día 11, puede leerse: "Toma la palabra el presidente del Osasuna -Fermín Ezcurra-, quien lamenta la existencia de ciertos periodistas cuyo único fin es la descalificación de las personas, solicitando se inicien las acciones legales pertinentes encaminadas a terminar con este tipo de actuaciones". En el acta no figura ningún anexo de contestación a Fermín Ezcurra.

Cuando se lograron los acuerdos, y sobre todo las promesas administrativas de acelerar los proceso s de una normativa laboral para los jugadores y su inclusión en el régimen general de la Seguridad Social con el seguro de desempleo, futbolistas de varios equipos se acordaron de aquellos compañeros que jugaron la segunda jornada de paro en Primera y Segunda: Ernesto y Hierro (Málaga), García Pitarch y Sixto (Valencia), Parra (Hércules), López (Valladolid), Liaño y Alvaro (Rácing), Escobar, Paco y Vojinovic (Cádiz), y los dos yugoslavos, como el último citado del Cádiz, que militan en el Tenerife: Milenkovic y Milos.

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