Un chaparrón de ventas que no enfrió el ambiente
La semana terminó con las esperadas realizaciones de beneficios, que a nadie sorprendieron. Quizás, eso sí, por la relativa facilidad con que el mercado pudo hacer frente a ellas, aunque en el empeño se perdiesen 84 centésimas. El no establecer un nuevo récord, después de que la bolsa fijara a lo largo de la semana continuas cotas máximas, ya casi constituyó una novedad.El fondo freático del dinero que está dispuesto a entrar en el mercado, no obstante, no ha perdido nada de su fortaleza, y la Bolsa de Madrid se encuentra preparada -en eso coinciden todos los expertos- para seguir con su tendencia alcista o, si se prefiere, ante una perspectiva de subida libre.
Como ya se preveía, muchos operadores gozaban de unas plusvalías que les quemaban los bolsillos. Las compras a crédito habían alcanzado unos niveles notables -esa tendencia continuó el jueves, jornada en la que se compraron acciones por valor de 205,2 millones de pesetas efectivas- y realmente se asistía a una sobrecarga que tenía que salir por algún sitio.
Y siguiendo con esta tónica de actuación conforme a las pautas previstas, los valores eléctricos fueron los que más sufrieron los recortes. A fin de cuentas, también habían sido ellos los que habían cosechado mayores ganancias. Sin embargo, la firmeza del dinero, bien dispuesto a entrar, sorprendió a más de uno, que calculaba un descenso mas acusado en este corro. Y eso a pesar de que proliferan por el parqué rumores para todos los gustos y deseos sobre próximas ampliaciones de capital de las sociedades del sector.
Inesperada es la actitud de las entidades bancarias, que terminaron la sesión sin haber conseguido esa mejoría que, se viene esperando. Las pérdidas de Hispano (-6), Banesto y Vizcaya (-4) y Bilbao (-3) comienzan a configurar -aseguran algunos expertos- que estas instituciones no tienen interés en asumir por ahora ningún protagonismo en el mercado bursátil.
La entrada en funcionamiento, a partir del próximo lunes, de las nuevas y rebajadas retribuciones a los pasivos puede ser una de estas cautelas. Las lenguas viperinas, sin embargo, atribuyen la pasividad actual a una actitud de espera hasta la firma del pacto social.
Más activa se muestra la. Compañía Telefónica, valor para el que nuevamente se espera que alcance la par -tan cerca y tan lejos- de forma inminente. La ganancia de 3/4 de punto es sintomática a ese nivel de cotización, y además quedó dinero a 99 1/2 al término de la contratación, despues de haber realizado una verdadera danza de los nueve cambios, que oscilaron un entero, desde 98 1/2 a 99 1/2.
Comentaba un profundo conocedor del mercado bursátil que en éste, desde hace unos años, ha aumentado considerablemente el nivel de formación de inversores, que ponen más atención a la marcha de los acontecimientos económicos que a otros ajenos, de matiz más psicológico.
Este cambio generalizado de actitud permite sospechar que el descenso de la retribución del dinero en otros activos potencie la entrada de los ahorradores en la renta variable, que continúa ofreciendo en estos momentos unas rentabilidades en torno al 50% o 60% desde que se inició el presente año.
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