_
_
_
_

Sondeos para la eventual apertura de relaciones diplomáticas entre España y Albania

Los senadores socialistas Rafael Estrella y Antonio Ramis, acompañados del embajador de España en Belgrado, Julián Ayesta, se entrevistaron recientemente en Belgrado con el embajador albanés en la capital yugoslava, Lik Siti. El motivo de la entrevista, rodeada de gran reserva y gestada en Madrid, era obtener una información directa y decisiva antes de iniciar el, proceso de apertura de relaciones diplomáticas entre. España y Albania. Se habló de colaboración cultural y se elogió el desarrollo del comercio entre los dos países.

Un representante de la embajada albanesa en la capital yugoslava no desmintió la información, limitándose a ignorar el encuentro. La parte albanesa manifestó que no hay impedimento alguno para el intercambio de embajadores con Madrid.El pasado mes de mayo, EL PAIS verificó en Tirana, capital de Albania, el gran interés de funcionarios albaneses en abrir relaciones diplomáticas con España, país de porte político considerable en el Mediterráneo y no vinculado por intereses directos a las rencillas que reinan en el avispero balcánico. Las relaciones albano-italianas, por ejemplo, son satisfactorias.

Estado mediterráneo de gran importancia estratégica -por abrir, junto con Italia, el paso al mar Adriático por Las Puertas de Otranto- Albania se salía el año 1968 del Pacto de Varsovia, cerrándole al Este su acceso directo al Mediterráneo. De ideología estalinista, sigue rechazando las relaciones diplomáticas que Washington y Moscú le han ofrecido repetidas veces.

Entre el 1, y el 4 de junio, Miguel Angel Moratinos, entonces secretario de la embajada española en Belgrado, fue el primer funcionario del Ministerio español de Asuntos Exteriores que visitó dicho país en 40 años, "una visita estrictamente turística, durante la que los al6aneses han tenido deferencias especiales conmigo", declaró en Belgrado.

La apertura de relaciones diplomáticas con Madrid fue posible para Tirana desde la expulsión de España del pretendiente al trono albanés, Leka Zogu, exiliado en España desde tiempos de Franco con visado diplomático y enemigo jurado del régimen albanés. Tal era la tirantez durante el antiguo régimen español, que los embajadores albaneses tenían prohibido saludar a los representantes oficiales españoles en las recepciones en Yugoslavia. Fue el embajador Fernando Olivié el que inició los primeros contactos con el entonces embajador de Tirana en Belgrado, Sócrates Plaka, actual viceministro de Exteriores.

Aparte del desinterés de los sucesivos Gobiernos españoles en profundizar en un tema menor -como se antojaban las relaciones con un país de menos de tres millones de habitantes, una superficie tres veces inferior a la de Portugal y una renta per cápita (secreto de Estado) no muy superior a los 1.000 dólares anuales- existían otras sombras. Albania había sido sospechosa de haber ayudado a los GRAPO, mientras que la emisora Radio Tirana seguía calificando al régimen español de monarco-fascista. Además, en Madrid veían excesivo engorro en despertar el tema de las relaciones con Albania, porque ello daría pie a los partidarios de abrirlas con Israel a replantear la cuestión.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Pronto llegaron de Albania garantías de que el estalinismo albanés no tenía nacta que ver con el brazo armado del, leninismo español, al tiempo que Radio Tirana empezaba a referirse neutralmente al "régimen monárquico de Juan Carlos".

Alemania Occidental y el Reino Unido son los otros dos países de la Europa Occidental con los que Albania no tiene todavía trato diplomático. Es inminente el intercambio de embajadores con Bonn, a pesar del contencioso por las reparaciones de guerra que los albaneses le exigen a la RFA.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_