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La tragedia del 'Islamar III'

Cerca de 2.000 marineros españoles han fallecido en los últimos 10 años

Carlos Yárnoz

Cerca de 2.000 ciudadanos españoles han fallecido a raíz de los nu,merosos siniestros marítimos y accidentes laborales registrados en buques mercantes o de pesca a lo largo de los últimos 10 años, según datos facilitados por los sindicatos del sector.Uno de cada seis trabajadores del mar -el sector lo integran 114.000 personas- sufre anualmente algún accidente.

Con respecto a los accidentes puramente marítimos - 196 desde 1979 hasta hoy, con 163 víctimas-, sólo desde principios del presente año hasta ahora se han hundido, perdido o dañado seriamente 12 barcos, con un resultado de 64 víctimas.

Escaso rigor

Sindicatos y asociaciones profesionales de trabajadores del mar insisten en que la Administración española actúa con escaso rigor e incluso negligencia en las obligadas inspecciones que deben pasar anualmente los barcos.

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Andoni Lecertua, secretario general del Sindicato Libre de Marina Mercante (SLMM), asegura que los barcos que han protagonizado los tres siniestros marítimos ocurridos en los últimos 50 días no cumplían diversas normas de seguridad de obligado cumplimiento en España. El pasado 12 de julio, el buque Dauka, de 1.197 toneladas de registro bruto (TRB), perteneciente a la naviera Bilbao Shipping, chocó contra un barco polaco frente a Finisterre. Los 11 tripulantes del barco español fallecieron en el siniestro.

Según las normas de tripulaciones mínimas establecidas por la Organización Marítima Internacional (IMO), suscritas por la Administración española, los buques de 500 a 1.600 TRB deben llevar una tripulación mínima de 14 hombres por motivos de seguridad. Lecertua asegura que, para reducir la tripulación, algunos armadores, como el del Dauka, comunican a la Dirección General de la Marina Mercante que las salidas de sus barcos al mar serán inferiores a 24 horas, por lo que son autorizados a reducir la tripulación.

Cuando se produjo el accidente del Dauka, el barco realizaba la travesía de Bremen (República Federal de Alemania) a Algeciras, y en este viaje se invierten al menos cinco días. Debido al escaso número de titulados entre la tripulación, dice Lecertua, el capitán y el primero oficial venían de Alemania haciendo turnos de guardia de seis por seis horas (seis horas de trabajo y seis de descanso ininterrumpidamente), lo que, en un viaje largo, origina un fuerte cansancio.

El pasado 14 de julio, el buque Caribe, de la naviera Navicarga, SA, se hundió frente a la costa occidental francesa por un corrimiento de la carga que transportaba. No se ha concretado cuál era el número exacto de los tripulantes -uno de los cuales falleció en el accidente-, pero, en todo caso, la tripulación mínima en un barco como ése debe ser, según la mormativa sobre tripulaciones mínimas, de nueve personas, cuatro de ellas tituladas (piloto de primera clase, piloto de segunda clase, me

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cánico naval mayor y mecánico naval de primera. clase).Según afirma Lecertua, es prácticamente seguro que en el Caribe viajaban menos de nueve personas y menos titulados de los exigidos, por lo que el SLMM presentó el pasado 23 de julio la correspondiente denuncia ante la Inspección de Trabajo de Madrid.

Inspecciones negligentes

El pasado día 10, el pesquero Islamar III, con 28 tripulantes a bordo, se hundió tras un corrimiento de la carga en el i0anco canario-sahariano, con un saldo provisional de 26 víctimas. El barco no llevaba la reglamentaria, radioboya, que, una vez producida la catástrofe, hubiera facilitado notablemente las labores de rescate. La radioboya estaba siendo reparada en tierra, pese a lo cual el pesquero abandonó el puerto de Isla Cristina (Huelva) con total normalidad.

Las inspecciones en puerto están encomendadas a las comandancias de Marina y, por parte de la Administración civil, a sólo cuatro inspectores, según asegura el secretario general del SLMM. Las inspecciones, afirma la Asociación Española de Titulados Náutico-Pesqueros (Aetinape), se hacen con "falta de rigor". Aetinape acusa a las autoridades encargadas del área de "irresponsabilidad".

Ante el incumplimiento de medidas de seguridad y el bajo nivel de las inspecciones que se practican, el SLMM convocó el pasado 21 de junio una conferencia de las partes afectadas (Administración, sindicatos, navieras y colegios profesionales). A las dos reuniones celebradas hasta el momento no han asistido ni los representantes de la Asociación de Navieros Españoles (Anave) ni los del Ministerio de Agricultura y Pesca, "lo que demuestra su interés por mejorar las condiciones de seguridad", comenta Lecertua.

Según las conclusiones provisionales de las reuniones, las explosiones o incendios a bordo, los contactos con fondos marinos y los corrimientos de cargas son las principales causas de los siniestros marítimos.

Para el SLMM, hasta que la Administración no obligue con métodos adecuados a que se cumpla estrictamente la normativa actual sobre seguridad, continuarán produciéndose siniestros perfectamente evitables y, sobre todo, se salvarán menos tripulantes en caso de siniestro. Para este sindicato, la situación es más grave si se tiene en cuenta que asciende a 13 el número de ministerios con competencias sobre el sector marítimo, "sin que entre todos sean capaces de elevar el nivel de seguridad en los barcos".

Según estudios del Instituto Social de la Marina, en el sector marítimo se producen 3,5 veces más accidentes mortales que en la construcción y seis veces más que en la industria. La media anual de muertes supera la cifra de 150.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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