Nuevo estallido de violencia en la huelga minera británica

La policía británica arrestó ayer a más de una docena de mineros huelguistas cuando trataban de impedir el paso a la mina a otros mineros partidarios de la vuelta al trabajo, como consecuencia del llamamiento efectuado por los moderados partidarios del fin de una huelga que ayer inició su semana número 22. La disputa laboral, la más dura de las conocidas en la reciente historia británica, sigue agrupando a la mayor parte de la plantilla laboral partidaria de seguir la huelga hasta el final, mientras aproximadamente un 25% continúa trabajando.El sindicato minero, con su líder Arthur Scargill a la cabeza, ha solicitado en repetidas ocasiones el apoyo de otros sectores productivos como medida de presión para acabar con los planes gubernamentales de cerrar los pozos no rentables, lo que supondría la pérdida de miles de puestos de trabajo. El secretario de Trabajo, Tom King, ha advertido a los trabajadores de ferrocarriles y a otros sindicatos de las consecuencias que para las respectivas industrias tendría el secundar la acción de los mineros.

Fuentes policiales señalaron que la violencia estalló cuando cerca de 1.000 mineros huelguistas trataron de evitar la entrada en la mina a una serie de mineros que volvían al trabajo tras sus vacaciones de verano, en la localidad de Newton-le-Willows, al noroeste de Inglaterra. Los huelguistas lanzaron piedras y ladrillos al autocar que transportaba a los mineros antihuelga hacia la mina, así como a una, furgoneta de la policía. Dos personas resultaron heridas por la rotura de lunas del autocar, mientras que 13 integrantes de los piquetes huelguistas fueron detenidos.

Chris Butcher, un líder minero moderado que ha mantenido contactos secretos con la patronal para el fin de la huelga, apareció el domingo en la televisión animando a los mineros a desafiar a los que calificó de "matones izquierdistas" y a volver al trabajo.