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Juegos de la 23ª Olimpiada de la era moderna

Aldabe: "Me da verguenza participar en estos Juegos"

ENVIADO ESPECIAL, El nadador navarro Ricardo Aldabe, primer finalista español en los Juegos, no está contento, pese al séptimo puesto en la final de los 200 metros espalda: "Es que me da vergüenza estar en estos Juegos con la cantidad de gente que falta. La espalda está mal. El único que destaca con diferencia es Carey, pero me ha dado la sensación de que todos éramos muy malos y que estábamos en la final de regalo. No puede ser. Si llegan a estar los alemanes y los soviéticos, nos habríamos quedado la mitad fuera. Esto es ridículo".

Aldabe nació, en Pamplona, el 7 de marzo de 1965. Pertenece al Club Naútico Pamplona. Empezó a nadar en Pamplona, siguió en la residencia federativa de Izarra y estuvo un año en la de Málaga. Lleva otro curso estudiando Informática Empresarial en Alabama, tras pasar por Baltimore. Es otro de los españoles becados. Aún le quedan cuatro años. Posee los récords de España de 100 metros espalda (58.11) y 200 (2.03.93). En Los Ángeles se ha quedado a tan sólo una centésima de esta última marca. En los mundiales de Guayaquil fue 14º en los 100 y 16º en los 200. En los europeos de Roma, en 1983, 42 en 200, estableciendo el actual récord de España.Ahora, con su excelente actuación en la piscina McDonald's, ha hecho olvidar a David López Zubero, el eterno candidato español a las finales de espalda. López Zubero había manifestado que "en los Juegos se lograrán marcas fantásticas". La imagen de un Carey triste, descontento por sus 2.00.23, lejos de los 1.58.86 (récord del mundo), es la mejor muestra del desencanto que produjo la carrera que ahora critica Aldabe.

"No sé lo que me ha pasado en la final. Yo estaba bien. Había planificado los tiempos de paso. Pero ha salido mal. Este año me he entrenado muy fuerte y hasta en los 100 metros creo que puedo batir el récord de España. En 200 esperaba hacer 2.02 para estar sobre el cuarto puesto, pero no sé, no, sé...". Aldabe logró los 2.03.93 en un día inspirado; concretamente, el 24 de agosto del pasado año en la final de los campeonatos de Europa. Ocupó la cuarta plaza en una prueba que tuvo como vencedor al soviético Zabolotnov. El nadador navarro ya había batido el récord español en las series de clasificación de la mañana con un tiempo de 2.04.60.

Aldabe es uno de los muchos afectados (extranjeros, naturalmente) por la realidad de que en los Juegos de Los Ángeles, pese a la mayor fiesta que se empeñen en hacer los anfitriones con sus triunfos, no se puede dejar de olvidar a los ausentes, tan importantes.

Para Aldabe, por ejemplo, tuvo mucho más valor su cuarto puesto el año pasado en los Campeonatos de Europa, en Roma, que entrar séptimo en la final olímpica. Entre otras razones, porque ahora ha hecho una centésima más, sin mejorar su récord nacional, impuesto entonces, pero, sobre todo, porque, aún sin el "resto del mundo", estaban la RDA y la URSS.

El español Aldabe, también con el síndrome de la crisis, estuvo mucho peor que por la mañana, cuando quedó a una centésima de su récord nacional, y fue séptimo, aunque llegó a pasar último los 100 metros. Con la mediocridad existente (sólo pareció superior el francés Delcourt, en gran forma) y las bajas del alemán Richter y del soviético Zabolotnov, perdió la gran oportunidad de ganar incluso una medalla si se hubiera acercado a los 2.02.00.

Pero, al menos, cumplió sobradamente, a la espera ya de lo que puedan hacer hoy Juan Enrique Escalas, en los 400 metros libres; Enrique Romero, en su mejor prueba, los 200 braza, y los dos hermanos Escalas, sobre todo Rafael, mañana y pasado, en los 1.500. Aldabe, en 100 espalda, donde es más flojo, aunque con el bajo nivel podría incluso acercarse otra vez a la final, y Garmendía, en 200 mariposa y estilos, no parece que puedan dar ya más de sí a esta natación española que, no ha hecho el ridículo.

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