Los waterpolistas españoles debutaron en el torneo con una fácil victoria ante los brasileños
Haciendo bueno el pronóstico, la selección española de waterpolo batió anoche ampliamente a la de Brasil por 19 goles a 12. Los parciales, en cada uno de los cuatro tiempos, fueron los siguientes: siete a tres, tres a tres, cuatro a tres y cinco a tres.Con una salida brillante, que cogió a los brasileños a contrapié, y cuatro tantos de Manuel Estiarte, la primera de las cuatro partes anunciaba un tanteo, de escándalo. Pero los acontecimientos no se desarrollarían después por ese camino.
Y es que una serie de fallos defensivos en el segundo tiempo dejaron en evidencia la falta del portero titular, Delgado, que ha debido dejar el waterpolo, justamente antes de la cita olímpica, para la que se había preparado a conciencia, a causa de una lesión ocular.
Leandro Rivera, que ocupó la portería durante las tres primeras partes, no estuvo a la altura de lo que de él sé esperaba. La falta de Delgado en la portería de la selección no se limita a este hecho, sino que se hace notar en el conjunto de la defensa: lo que el seleccionador nacional califica como "falta de respeto de los otros equipos por la portería española". "Saben que hay un agujero", dijo Ibern, "y se atreven a tirar más que si estuviera Delgado".
Estiarte, en vena
No obstante, la capacidad atacante de la selección española, con un Estiarte en plena forma y en plan de estrella, cuyo nombre se convirtió en la cantinela del anunciador, que se limitó a decir "otra vez Estiarte", tras cada gol, fue más que suficiente para derrotar a la débil escuadra brasileña.
En el cuarto período, la entrada de Moya por Rivera bajo los palos mejoró la defensa española.
Hoy se juega el partido decisivo. España debe ganar a Grecia para no depender luego del encuentro contra el equipo anfitrión.
Según Manuel Ibern, el cuadro estadounidense no es tan temible como parece: "Es un conjunto que puede romperse. Si esto sucede, el torneo quedará totalmente abierto a los seis equipos que se clasifiquen para la fase final".
En el grupo A, Holanda ganó a China por 10-8, mientras que Yugoslavia humilló a Canadá por 13-4.
Una ausencia notable
Desde Lolo Ibern a Manuel Estiarte, el goleador, todos los componentes de la selección española de waterpolo eran conscientes de que la ausencia de Manuel Delgado, portero del Montjuïc, podía marcar el desarrollo del torneo olímpico.
Desde el pasado 18 de julio, fecha en que el seleccionador español se enteró de que Delgado no sólo no podía viajar a Los Ángeles, sino que incluso deberá abandonar con toda seguridad el deporte activo, Ibern ha intentado encontrar la solución a su problema.
"Un jugador de la calidad de Manuel Delgado es muy difícil de suplir. Además, él es importante no sólo en la piscina, sino incluso fuera de ella", nunca se ha recatado en afirmar el responsable directo de la suerte del waterpolo hispano a nivel de selección nacional.
En este sentido, hay que advertir que los propios jugadores españoles intentaron conseguir de la organización de los Juegos autorización para que Delgado viviese con ellos en la villa olímpica, "ya que se lo merece y nos servirá de gran ayuda", había comentado Manuel Estiarte, la estrella española, que, en determinados momentos, ha sido duramente criticado por la federación.
Delgado se lesionó precisamente en el último torneo de preparación de los Juegos, a principios de julio.
En Amsterdam y en partido jugado frente a Rumania, el portero titular de la selección -el primer waterpolista español en reconocerse profesional, al ser traspasado del Nataciò Barcelona al Montjuïc-, sufrió un fuerte golpe en el ojo izquierdo.
Tras diversos análisis, Delgado fue internado durante veinticuatro horas en la clínica Barraquer, cuyos especialistas, tras los preceptivos exámenes, le recomendaron que abandonara para siempre el waterpolo e incluso cualquier otra actividad competitiva.
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