El Likud podrá formar Gobierno en Israel tras las elecciones generales

ENVIADO ESPECIALLas dos grandes coaliciones electorales israelíes, la derecha del Likud, en el poder, y la oposición laborista, empataron en las undécimas elecciones generales celebradas ayer en Israel, según los resultados parciales dados a conocer por la televisión estatal a la 1.30 horas de la madrugada en Israel, las 0.30 horas de la noche, hora peninsular.

El virtual empate entre los dos partidos constituye, en realidad una victoria para el Gobierno derechista del primer ministro Isaac Shamir, que, muy probablemente, conseguirá sellar las alianzas necesarias para disponer de una mayoría que le permita nuevamente formar Gobierno.

En contra de todas las previsiones de los sondeos, la formación socialdemócrata que encabeza Shimon Peres no sólo no logró sacar más diputados, sino que con tan sólo 43 escaños, sobre un total de 120 en la Kneset (Parlamento), pierde varios puntos en relación a los comicios de 1981.

El Likud también dispondrá de menos parlamentarios que en la anterior legislatura, pero sus 43 diputados constituyen un éxito inesperado si se tiene en cuenta la inflación del 400% anual que padece este país y la impopularidad de la costosa guerra de Líbano.

Además, tanto los cinco partidos étnicos o religiosos, que consiguen, según las estimaciones, unos 15 escaños, y las dos formaciones de extrema derecha, que totalizan cuatro diputados, son aliados potenciales de Shamir, y sus parlamentarios le brindarán, sin duda, su apoyo para reunir así la mayoría absoluta de 61 escaños.

El actual viceprimer ministro, David Levy, afirmó tras conocer los resultados que "esta misma noche vamos a empezar las consultas para la puesta en pie de una nueva coalición gubernamental encabezada por Shamir". Páginas 2 y 3