Irlanda inaugura hoy su presidencia al frente de los 'diez'

Irlanda inaugura hoy, por tercera vez desde su ingreso en la CEE, en 1973, sus seis meses de presidencia del Consejo de Ministros de la CEE. Una de las máximas prioridades de este semestre, según diplomáticos irlandeses, es concluir las negociaciones de adhesión con España y Portugal. De hecho, las prisas se traducen en el calendario. La sesión de negociación a finales de junio, de suplentes, se ha transformado en ministerial. Lo mismo ocurre con las dos sesiones -por primera vez en un mismo mes- previstas para septiembre, con al menos otra suplementaria para octubre. Todas, se espera, serán maratonianas. Francia ha dejado huella de su presidencia, que ahora ha llegado a término. Cabe dudar de si, sin el peso de un país como Francia en este puesto, se hubiera podido llegar a un acuerdo sobre la reforma de la política agrícola común, sobre el cheque, Británico o sobre el impulso a dar a las negociaciones de adhesión.En algunos momentos, los franceses han sabido despertar y agitar -o saltársela a la torera, como ocurrió en Luxemburgo el 19 de junio con un acuerdo informal entre España y la presidencia francesa- a una Comisión Europea a menudo somnolienta, por descuido o por voluntad. A este respecto, de cara a las negociaciones de adhesión, la presidencia irlandesa va a necesitar coraje.

La tarea no es parca para Dublín. Si las negociaciones de adhesión serán el centro de los acontecimientos comunitarios en estos últimos seis meses de 1984, Irlanda tiene que dirigir asimismo el nuevo comité especial que abordará el reforzamiento de la Europa política y de las instituciones de la CEE. Para empezar, corresponde ahora al primer ministro irlandés, Garrett Fitzgerald, encontrar, tras consultar con todos los países miembros, un nuevo presidente para la Comisión Europe.

De inmediato, bajo los irlandeses, los ministros de la CEE tienen que encontrar una fórmula para solucionar el problema presupuestario para este año: falta lo equivalente a 330.000 millones de pesetas. Si el principio de unas medidas especiales está ya adquirido y confirmado en la cumbre de Fontainebleau, ni la modalidad ni la cuantía están aún fijadas.

Y luego Irlanda debe activar las decisiones en los Consejos de Ministros especializados, para lanzar la Comunidad del futuro y de las nuevas políticas.