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Final de la Eurocopa de fútbol

Maceda acabó con Derwoll, que dimitió ayer

El cabezazo del español Antonio Maceda, que supuso la clasificación de España a las semifinales de la Copa de Europa, y la consiguiente eliminación del equipo de la RFA, acabó con el seleccionador alemán, Jupp Derwall, que presentó ayer oficialmente su dimisión. Maceda también provocó la ruptura de una tradición: En 75 años la federación alemana sólo utilizó cuatro seleccionadores, que fueron reemplazados en su jubilación por sus respectivos ayudantes. Hasta final de la temporada de 1985, en que el técnico del Sttugartt, Benthaus, se hará cargo de la selección, la solución interina será la del célebre Franz Beckenbauer como director técnico, con la duda de Horst Koepell, asistente de Derwall, o Erich Ribeck, que lo fue en el Mundial-82 y se marchó por discrepancias con el seleccionador, como entrenador de campo."¡Fuera Derwall!", el seleccionador de la República Federal de Alemania, ha sido el clamor casi unánime en todo el país tras la derrota contra España. Los periádícos pusieron en marcha la candidatura de un sustituto para Derwall: el ex líbero y capitán de la selección, el kaiser Franz Beckenbauer.

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Lo llamaban el 'españolito'

En dos momentos perdió Derwall la calma tras la derrota contra España. En París, cuando un periodista le preguntó si ya le habían destituido, el seleccionador replicó: "¿Quieres que te parta la boca?". En Francfort, cuando la llegada de la selección fue acompañada de gritos de "¡Fuera Derwall!?" y "¡Derwall, Derwall, ja, ja, ja.'", el seleccionador se volvió a los que gritaban y les calificó de primitivos.

Derwall tiene mala Prensa desde el Mundial de España, concretamente desde el partido RFA-Austria, que en la Prensa alemana occidental se califica siempre como "la vergüenza de Gijón". El seleccionador se enfrentó a los periodistas y desde entonces estaba "desenterrada el hacha de guerra" entre el "jefe de los ondulados cabellos plateados" -mote que le dan a Derwall- y la mayoría de la opinión pública.

Tras la derrota con España casi nadie apoyaba ya al seleccionador, e incluso el presidente de la federación, Hermann Neuberger, dejó entrever en sus declaraciones que vería con buenos ojos la dimisión de Derwall, pero no se atrevía a destituirlo porque existía un contrato firmado hasta 1986. Destituir al seleccionador nacional supondría un hecho sin precedentes en la historia del fútbol alemán, que sólo tuvo cuatro seleccionadores desde el primer partido en 1908: Otto Nerz, Sepp Herberger, Helmut Schoen y Jupp Derwall.

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