Los feriantes de los 'sanfermines' critican las exigencias económicas del ayuntamiento

La subasta de los puestos de venta callejera en Pamplona durante las próximas fiestas de San Fermín ha sido declarada desierta, ante la negativa de los feriantes a pujar como protesta por la fianza obligatoria que les exige el ayuntamiento, que consideran excesiva. La presencia de estos puestos en los sanfermines constituye un aliciente significativo de estas fiestas, a las que contribuyen a dar gran colorido.Los feriantes que acudieron a la subasta y que posteriormente se negaron a pujar en ella se quejan de que el Ayuntamiento de Pamplona les obliga a pagar una fianza de entre 40.000 y 60.000 pesetas, cuando el año anterior ésta fue únicamente de 15.000 pesetas. La subida experimentada este año es, según los feriantes, "abusiva y desorbitada". El Ayuntamiento de Pamplona, al que ha sorprendido el boicoteo de los feriantes, tiene previsto tratar este problema en una sesión plenaria, para convocar una nueva subasta. Los representantes municipales consideran que las fianzas existen desde siempre y son necesarias para cubrir los desperfectos que se ocasionen.

Cuando comenzaba la subasta, en la que los representantes del ayuntamiento recibieron gritos de "ladrones", "vampiros" y "sinvergüenzas", los feriantes, a los que también se les ha negado este año que instalen sus caravanas al lado de los puestos de venta, protestaron por las condiciones de la puja.