Aníbal y Lelouch

Dos películas de éxito en su tiempo, pero medianas, para el sábado. Por la tarde, La amada de Júpiter, realizada por George Sidney, un especialista en musicales que aquí firmó un monumental disparate de la Metro-Goldwyn-Mayer sobre la guerra entre el general cartaginés Aníbal y Roma, que, como reliquia sobre los desafueros de Hollywood con la historia, no tiene desperdicio. Howard Keel, George Sanders y la famosa sirena Esther Williams ponen sus jetas para el bodrio.Lo más interesante de esta apolillada película es recordar a Esther Williams, pero este filme, realizado en 1954, corresponde ya al declinar de la corta carrera acuática y musical de esta mujer, que pronto acabó eclipsándose del todo. La Metro intentó explotar a su estrella en filmes de corte diferente al que le dieron popularidad, y la verdad es que le hicieron un flaco favor metiéndola en la cabecera del reparto de este guiso en colorines.

Topico menor

Claude Lelouch es el director de la película de la noche, Vivir para vivir, realizada en 1967 y como consecuencia del éxito de Un hombre y una mujer, su primera película. Si ésta era mediocre, Vivir para vivir lo es más. Lelouch es un director habilidoso, marrullero y juguetón, que juega a mover con aires de novedad topiquillos muy menores a los que no imprime ninguna grandeza, sino un barniz de puesta al día absolutamente superficial.

Se trata de una historia triangular, rodada en brillantes escenarios naturales, y que cuenta con un excelente y resultón reparto, que es lo único que hace visible al engendro de fondo que hay en este filme trivial que disfraza su cursilería con modernidad epidérmica.

La amada de Júpiter se emite hoy a las 16.05 por la primera cadena. Vivir para vivir se emite hoy a las 22.30 por la primera cadena.