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El campeón, Nelson Piquet, saldrá en cabeza

El brasileño Nelson Piquet (Brabham-BMW), actual campeón del mundo de Fórmula 1, saldrá desde el primer lugar de la parrilla del Gran Premio de San Marino. El campeón superó por una décima de segundo al francés Alain Prost (McLaren-Porche), actual líder de la clasificación del mundial, que le acompañará en la primera fila. Desde la segunda saldrán el finlandés Keke Rosherg (Williams-Honda) y el británico Derek Warwick (Renault), mientras que desde la, tercera lo harán el austriaco Niki Lauda (McLaren-Porsche) y el francés René Arnoux (Ferrari).

Nelson Piquet tendrá que luchar principalmente con la escasa fiabilidad demostrada por el motor BMW de su Brabham, debida especialmente a la fragilidad del turbocompresor. Por contra, el motor Porsche del McLaren de Prost, además de su fiabilidad y considerable potencia, ha demostrado mantener un nivel, de consumo simplemente discreto, lo que le da cierta ventaja. Rosberg, por su parte, ha recuperado su gran forma, aunque su Williams no está aún a la altura de los Mclaren, Ferrari, Brabham o Renault.Curiosamente, el vencedor la pasada semana de la última carrera disputada hasta hoy, el italiano Michele Alboreto (Ferrari), sólo pudo hacer el décimotercer registro, muy lejos de los de cabeza. Sus posibilidades son, por tanto, muy remotas. De una carrera a otra pueden variar mucho las situaciones y posibilidades.

Accidente de Vatanen en Córcega

El finlandés Ari Vatanen, campeón del mundo de rallies de 1981, sufrió un grave accidente cuando rodaba destacado en cabeza y se enfrentaba a las últimas pruebas especiales de velocidad del Rally de Córcega, puntuable para el campeonato del mundo. La victoria fue entonces para Marku Alen (Lancia Rally), quien pasa a encabezar el mundial. Los Lancia se encontraron casi milagrosamente con un triunfo que se les escapaba sin remedio.

Vatanen estrenaba el sorprendente Peugeot 205 Turbo 16, con el que prácticamente había barrido a los Lancia Rally de Alen, Biasión, Bettega y Andruet, y el Audi de Blomquist -Roehrl se había retirado muy pronto-. En su primera carrera con el equipo Peugeot y en la primera aparición de este nuevo coche de carreras, y a pesar de las inclemencias del tiempo, Vatanen parecía inalcanzable y seguro de su victoria.

Pero, en uno de los tramos de velocidad de la última etapa, Vatanen perdió el control de su pequeño coche. Este fue a estrellarse contra una roca, rebotó, volcó y, pese a la intensa lluvia, terminó por incendiarse poco después de que Vatanen -con fractura de homóplato- y su copiloto hubieran podido salir. El coche quedó totalmente destruido.

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