El grupo Mapfre desplaza a La Unión y el Fénix Español de su liderazgo histórico entre las empresas de seguros

La Unión y el Fénix Español, que ostentaba el primer puesto en seguros desde principios del presente siglo, ha sido desplazada de dicho liderazgo por el grupo Mapfre. El escaso aumento de ingresos que ha llevado a perder el puesto a La Unión, ligada al Banco Español de Crédito, entidad que también perdió en 1983 el número uno de la banca, es la tónica general entre las compañías dependientes de bancos, representativas de un largo 20% en la actividad. Durante el pasado año se ha puesto de relieve que los dos grandes sectores financieros tienen intereses enfrentados en la mayor esperanza de futuro para las aseguradoras: los planes de pensiones.

Según datos de la patronal del sector, las tres principales empresas que integran el nuevo número uno -Mapfre Mutualidad, Mapfre Industrial y Mapfre Vida- ingresaron el año pasado por primas -el precio de los seguros directos- 18.855 millones de pesetas. Esta cifra es ligeramente superior a la obtenida por La Unión y el Fénix, 18.479 millones de pesetas.El incremento de ingresos por primas del grupo Mapfre, que también lidera ya el reaseguro, aunque carece del nivel internacional de La Unión, ha sido del 26,1% sobre sus 14.951 millones de 1982. En cambio, la recaudación de la secular cabeza del sector sólo ha crecido un 1,3%, pasando de 18.235 millones a 18.479 millones de pesetas.

La escalada en seguros directos del grupo Mapfre, fundado en 1933 con carácter mutualista, ha suscitado otras modificaciones en el ranking del sector. La principal empresa del mismo, Mapfre Mutualidad, ha pasado en un año del séptimo puesto al tercero, gracias a un aumento del 38,2% en ingresos (hasta 10.004 millones de pesetas). Asimismo, mientras Mapfre Industrial conserva el puesto número 20, con un incremento del 13% en primas (hasta 4.477 millones de pesetas), Mafpre Vida ha crecido un 16,5% en recaudación (hasta 4.373 millones de pesetas), pasando del puesto 24 al 22.

Con la absorción de Empresarial Catalana, en diciembre último, Mapfre consiguió también situarse en el primer puesto entre las mutuas patronales, ostentado hasta entonces por Asepeyo.

Proceso de concentración

La recaudación de primas del seguro directo creció durante 1983 un 13,2%, llegando a 401.111 millones de pesetas, aunque con los recargos y los ingresos por accidentes de trabajo se aproximó a los 600.000 millones de pesetas. Algo superior a la inflación, dicho incremento, unido a los avances en la gestión y a las mejoras de los rendimientos financieros que proporciona a las aseguradoras la inversión de sus reservas (más de 400.000 millones de pesetas), ha permitido mejorar el rendimiento de un sector atomizado y escasamente desarrollado, pero que tiende a la concentración por la crisis de buen número de pequeñas compañías y por la expansión de algunas grandes.Las mismas estadísticas revelan que tampoco otras compañías ligadas a bancos han crecido, tanto como la media del sector. Según algunos expertos, esto obedece principalmente a que no reciben tantos seguros colectivos de otras empresas dependientes de grupos bancarios y no han mejorado la gestión para compensar dicho fenómeno.

El Banco Vitalicio, del Banco Central y quinta del ranking, aumentó sus ingresos un 12,59%. Plus Ultra, del grupo Banco de Vizcaya, ha bajado cuatro puestos (del séptimo al undécimo), con sólo un 4,4% de aumento. La del Hispano, La Estrella, aumentó sus primas un 7,6%. Aurora Polar, del Bilbao, ha bajado un puesto, tras incrementar sus ingresos el 10%. Otro ejemplo, en este caso con baja del puesto 17 al 19, lo proporciona Mare Nostrum, que ha crecido un 6% y depende, a través de Crédito Balear, del Grupo Popular.

En total, las compañías ligadas a bancos representan poco más del 20% de la actividad del sector. Aunque son muchos los posibles intereses comunes entre ambos sectores (los seguros son uno de los principales inversores institucionales en acciones, además de grandes aportadores de depósitos en cuentas corrientes y a plazo), la contraposición en otros aspectos se ha revelado claramente, por primera vez, durante el pasado año.

Ha ocurrido con motivo de las provisiones que empezaron a efectuar a finales de 1982 las entidades de crédito -ahora suponen casi 10.000 millones de pesetas anuales- para afrontar en su día el pago a sus empleados de complementos por pensiones de jubilación, incapacidad, viudedad y orfandad, por la diferencia entre lo que reciben de la Seguridad Social y el 100% del último sueldo. La patronal de seguros recurrió tales prácticas ante Hacienda, al entender que la deducción de provisiones del impuesto sobre sociedades (beneficios) sólo corresponde cuando están gestionadas por un fondo o entidad independiente. Aunque Hacienda dio la razón al seguro, la banca, preocupada por las hipotecas sobre sus beneficios futuros, en especial cuando la afloración de excedentes supone el pago del impuesto, tiene recurrido el asunto ante el Tribunal Supremo.