Un matrimonio intentó matar a su hija de meses en tres ocasiones

El ministerio riscal solicitó ayer 18 años de prisión para Juan González Herrera y su esposa, Carmen Pedrosa Lorenzo, por un presunto delito de parricidio frustrado, supuestamente cometido en Balenyà (Osona), al intentar dar muerte en tres ocasiones a su hija durante su primer año de vida.

Según relató ayer el ministerio público, los dos acusados, inmigrantes afincados en Cataluña, decidieron en febrero de 1979 dar muerte a su hija recién nacida, simulando un accidente. El nacimiento de la pequeña Liana, según el fiscal, les había sorprendido y aseguraban aue la economía familiar sólo les permitía mantener un solo hijo. Entonces se pusieron de acuerdo en no facilitarle alimentos a la pequeña, negarle las vacunas, descuidar su atención médica, no vestirla, hacerle pasar frío, golpearla, e incluso dejarla sola en el domicilio, con la esperanza que enfermara y falleciera.El lamentable estado de la pequeña fue detectado por los vecinos de Balenyà, quienes comunicaron el hecho a un médico de la localidad. El 31 de julio de 1979, el doctor Pedro A. Benavente Ramos ordenó el ingreso de la niña en un centro asistencial, lo que se llevó a término en Huelva, de donde era oriundo el matrimonio. Allí los médicos diagnosticaron el crítico estado sanitario del bebé, la fractura de la clavícula y de cuatro costillas. Trece días después, Liana fue dada de alta. Había recuperado el peso y mejorado de las enfermedades y las lesiones sufridas.

En septiembre de 1979, cuando la pequeña contaba sólo siete meses de edad, el médico volvió a ordenar su ingreso inmediato en un centro asistencial. A los males endémicos detectados meses atrás durante su primer internamiento se sumaron múltiples hematomas en el cuerpo de la pequeña, principalmente en los brazos y en los glúteos, presumiblemente provocados por quemaduras de cigarrillos. Por todo ello los servicios de urgencia comunicaron el hecho al juzgado de guardia.

Los padres de la pequeña continuaron manteniendo su decisión homicida, según opinión del ministerio fiscal, y en consecuencia la pequeña tuvo que ser nuevamente internada el 9 de febrero de 1980, cuando apenas había cumplido un año. A los hematomas y a los males antes señalados se le sumaba entonces un cuadro grave provocado por la desnutrición.

La reiterada actitud de los padres provocó la apertura de unas diligencias, la detención de aquéllos y un procedimiento judicial que desembocó ayer en la sección primera de lo penal de la Audiencia Provincial de Barcelona, donde el fiscal reclamó, para cada uno de los acusados, la pena de 18 años de prisión.