Los camioneros franceses afirman que no les dejan trabajar en paz

"Los marineros se ganan la vida en el mar, y los camioneros nos la ganamos en la carretera. ¡Que nos dejen trabajar en paz!". Con estas palabras se expresaba Georges Bougéant, camionero francés de 45 años de edad, cuando llegó ayer a Mercamadrid pasadas las cinco de la tarde y se enteró de que tendría que esperar para descargar hasta las cuatro de la madrugada, puesto que su mercancía tendría que ser analizada por el laboratorio municipal para garantizar que no estaba envenenada.El pasado miércoles, a las siete de la tarde, Bougéant emprendió viaje desde Lorient (Francia) hacia Madrid, con su carga de nécoras y percebes. Desde Irún hasta Vitoria, varios camiones procedentes de la Comunidad Económica Europea viajaron protegidos por un convoy de la policía autónoma vasca. A las 3.30 horas del jueves, el camión fue interceptado por la Guardia Civil a la altura de Valladolid.

A su llegada a Madrid, el camionero francés comprendió que no había perdido ni una peseta en mercancía, pero había perdido un día completo de trabajo.

Las noticias alarmantes que aseguraban que podían llegar camiones de la CEE con mercancía envenenada, llegaron a Mercamadrid en la madrugada del jueves. Dos camiones, uno procedente de Francia y otro de Holanda, llegaron a las 2.30 horas. "El pescado", según aseguró el director de la explotación, Rafael Stiárez, "estaba en perfectas condiciones. A lo largo de la mañana llegaron cuatro camiones españoles con una nota de la Guardia Civil de Segovia en la que se certificaba que la mercancía, que había sido sometida a una inspección veterinaria, estaba en perfectas condiciones". El director de explotación de Mercamadrid aseguró que no hay en Madrid problemas de abastecimiento y que hoy la ciudad dispondrá de los 350.000 kilos de pescado que se consumen a diario.