El parlamento portugués decide hoy si se autorizan televisiones privadas

El Parlamento portugués se pronuncia hoy sobre la admisión de un proyecto de ley del grupo democrístiano sobre concesión, por concurso público, del derecho de utilización de la red de distribución y transporte de emisiones de televisión a entidades colectivas de derecho público o privado.Los grupos socialista, comunista y del Movimiento Democrático Portugués (izquierda) se oponen a la admisión del proyecto, que consideran incompatible con el texto de la Constitución sobre el monopolio estatal de la televisión.

El grupo socialdemócrata deberá votar con la oposición democristiana a favor de la televisión privada, pero basta que los comunistas unen sus votos a los de los socialistas para que el proyecto sea rechazado por la mayoría del Parlamento, sin entrar en la discusión sobre el fondo de la cuestión, que es el mantenimiento del monopolio estatal.

El anterior Parlamento había abierto una excepción en el monopolio estatal en favor de la Iglesia católica, y socialdemócratas y democristianos derrotaron un recurso de inconstitucionalidad presentado por el PSP, entonces en la oposición, argumentando que la ley fundamental veda la propiedad de la televisión a entidades privadas cuando la Iglesia es entidad de derecho público.

Mentís de Soares

El portavoz del primer ministro, Mario Soares, desmintió categóricamente una información publicada por esta corresponsal y recogida de una fuente de la coalición gubernamental, según la cual la decisión de autorizar la existencia de un cañal de televisión privado de la Iglesia portuguesa sería tratada, dentro de las próximas semanas, en Consejo de Ministros.Según el portavoz, no ha sido tomada ninguna decisión en este sentido y no se prevé que el tema sea abordado en ninguno de los próximos Consejos de Ministros. Además, observó la misma fuente, no sería correcto atribuir la iniciativa al partido socialista, ya que el actual es un Gobierno de coalición, en el que las decisiones no son tomadas en función de las posiciones particulares de cada partido, sino de acuerdo con la voluntad de la mayoría.