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El CAl perdió a Mageo, pero ganó

Luis Gómez

La sombra de Magee planeó sobre el Cajamadrid con efectos perniciosos, porque sólo su sombra, que no su presencia, fue suficiente para. acabar con la temporada del equipo de Alcalá de Henares, que se ha visto sorprendentemente eliminado de la Liga cuando tenía toda la ventaja a su favor. El Cajamadrid cayó en su propia trampa de pensar que el CAI, sin Magee, era poco menos que un enemigo irrelevante. Porque ayer Magee se lesionó a los cuatro minutos de partido, cuando el marcador estaba en ventaja local. Aun así, el CAI fue capaz de llegar al descanso con un incuestionable 34-53, que, luego, le sirvió para aguantar el chaparrón por lo justo y clasificarse para las semifinales.Alcalá de Henares ha vivido dos partidos de infarto en 24 horas resueltos con ventajas mínimas por el CAI Zaragoza, que se ha convertido en sorprendente semifinalista y deberá enfrentarse al Barcelona. El de ayer fue el encuentro de la sinrazón. Con 8-7 a favor, el Cajamadrid asistió a una infortunada lesión de la estrella del CAI, Magee, que debía abandonar, con visibles muestras de dolor, la cancha. Magee sólo regresaría al banquilla en la segunda parte, pero con su pie izquierdo escayolado. Pues el Cajamadrid, lejos de cobrar serenidad con la desgracia, del rival, acrecentó su prisa por resolver un encuentro que creía, ganado y comenzó a descubrir en muy poco tiempo todo un cúmulo de errores ofensivos.

El CAI perdió a Magee, es cierto, pero conservó una buena eficacia. en los lanzamientos a canasta y un dominio ejemplar sobre los rebotes, tarea en la que destacó Allen. Al minuto 10, el CAI, sorprendentemente, llevaba una ventaja de nueve puntos (14-23), pero el público no pudo dar crédito a lo que veían sus ojos: el Cajamadrid, lejos de reaccionar, entró en barrena y se pasó a un espectacular 14-35, aumentado poco después en un insospechado 20-44.

La segunda parte quedó reservada para la épica y a punto estuvo de tener efecto. El Cajamadrid, alocado como durante todo el encuentro, pero con un pundonor fuera de lo normal, buscó la victoria con una increíble confianza en sus propias fuerzas. Se puso en un 78-80 a falta de 3.30. Pero, se excedió en su propio nervio, porque, posiblemente, le hubiera sobrado un minuto para ganar. El CAI aguantó el balón los últimos 45 segundos y fue suya la victoria.

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