Carol Thatcher,
hija de la primera ministra británica, se quedó sin las llaves de su casa el pasado jueves como consecuencia del robo de que fue objeto en un bar de la londinense Fleet Street. El hecho no tendría más trascendencia si no fuera porque al día siguiente un portavoz de Margaret Thatcher anunciaba que en el bolso robado estaban también las llaves del número 10 de Downing Street, residencia oficial de la primera ministra. Ayer, sin embargo, Carol Thatcher, que trabaja como periodista, desmentía esto último y afirmaba en unas declaraciones a la radio que ella jamás ha tenido llave del número 10 de Downing Street, cuya puerta, según ella, no tiene cerradura. Aunque, según el portavoz oficial, el robo no creaba ningún problema de seguridad en la residencia oficial, el diputado laborista Tom Torvey se apresuró a declarar que el robo representaba un "atentado grave y sorprendente para la seguridad" y pidió que las cerraduras del 10 de Downing Street fueran inmediatamente cambiadas.
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