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De Atlas a 'Conan, el bárbaro'

Steve Reeves está considerado el ídolo clásico del culturismo. Fue anterior a la era de los anabolizantes y rodó un sinfín de películas. Reeves pertenecía a la generación de la Muscle Beach, un lugar de Nueva York, junto a Marina del Rey, donde allá por los años cincuenta se daban cita los más apuestos culturistas norteamericanos, muchos de ellos con la vista puesta en un clásico de los músculos, Charles Atlas.De la Muscle Beach partió la moda hacia Europa. En concreto, a. España llegó a través de las novelas Marvel, allá por las postrimerías de los años sesenta. Con el comix de superhéroes vino la imagen del culturista bonachón y justiciero.

Los comix Marvel mostraron, semana tras semana, las hazañas de Dan Defensor, el abogado ciego de doble personalidad que, gracias al entrenamiento culturista permanente, era capaz de luchar contra los infractores de la ley en alguna cornisa de los enormes edificios de Manhattan. También el Capitán América, el Hombre de Hierro, la Masa, el Doctor X y otros muchos mutantes, como gustaba llamarles el guionista, todos ellos de doble personalidad, se proclamaban vencedores en la lucha contra la injusticia urbana gracias al entrenamiento culturista.

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La entrega total a los músculos

Ahora es el cine, con guionistas amantes de la aventura y los efectos especiales, quien invade el mercado del músculo. Lou Ferrigno, tras el éxito de la Masa, prepara una nueva película, Hércules, cuyo rodaje apenas durará seis semanas. Arnold Schwarzenegger, Conan, el bárbaro, es sólo un ejemplo cercano de la veneración que el cine rinde a los músculos.

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