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La huelga de Renfe fue secundada ayer por la práctica totalidad de la plantilla

Los paros de dos horas, en turnos de mañana y tarde, realizados ayer por los trabajadores de Renfe se desarrollaron sin incidentes, según informaron fuentes de la compañía y de los sindicatos. La huelga ha sido secundada prácticamente por la totalidad de la plantilla, con la lógica excepción de los 9.500 trabajadores afectados por los servicios mínimos.

Los paros convocados entre los trabajadores de Renfe para presionar en las negociaciones del convenio colectivo se desarrollaron con absoluta normalidad. Los servicios mínimos implantados por la compañía permitieron el funcionamiento del 50% de los trenes de cercanías en la primera hora de huelga (de ocho a nueve de la mañana) y al menos un tren por cada relación. El tráfico de cercanías quedó interrumpido en el resto de las horas de paro previstas.La dirección de Renfe suspendió 23 trenes de largo recorrido que tenían prevista su salida en la noche del jueves y otros 97 a lo largo de hoy, según informa Efe. El resto de los trenes que circulaban en el momento del paro se dirigieron, según estas informaciones, a la estación más cercana, donde permanecieron hasta finalizar el período de huelga.

Los viajeros, según CC OO, contaban en esta ocasión con una mayor información sobre las acciones de protesta, lo que ha contribuido a que la jornada se haya desarrollado sin incidentes de interés. Los usuarios de los servidios de cercanías han sido, no obstante, los más afectados, al ser un medio habitual de transporte para acudir a sus puestos de trabajo.

Una nota del sindicato ferroviario de CC OO advertía ayer que la dirección de Renfe había suprimido trenes argumentando la posibilidad de accidentes, cuando, decía la nota, "es difícil que se produzcan accidentes con los trenes parados". Según el escrito, la decisión podía tener la intención de hacer impopular la huelga entre los usuarios.

Servicios mínimos

Las diferencias entre la dirección y los sindicatos no se limitan a los distintos criterios de una y otra parte en el número de trenes en circulación. Las centrales han criticado la implantación de los servicios mínimos por entender que no son necesarios en períodos de paro tan cortos y porque, en cualquier caso, se hace necesaria la negociación de estos servicios entre la empresa y los representantes de los trabajadores.El origen del conflicto de Renfe arranca en las negociaciones del convenio colectivo. La dirección ha ofertado un incremento del 5,9% sobre la masa salarial sin revisión semestral, lo que, según los sindicatos, reduce la subida real en nómina al 3,6%. Por su parte, la representación laboral ha presentado una plataforma reivindicativa que recoge aumentos salariales que permitan el mantenimiento del poder adquisitivo, y el incremento de 5.000 nuevos empleos.

Para los próximos días 23 y 30 están previstos nuevos paros; en esta ocasión, de 24 horas. Las nuevas acciones han de ser, no obstante, ratificadas por el comité general intercentros de Renfe, que celebrará una reunión el próximo día 13.

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