El juez atribuye la explosión del barrio del Besòs, en Barcelona, a una fuga de gas ciudad
El titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Barcelona, César Planas, hizo público ayer un comunicado en el que se atribuye a un escape de gas ciudad en el número 2 de la calle de Roís de Corella el derrumbamiento de dos inmuebles producido en la madrugada del sábado en la calle de Cristóbal de Moura. En la explosión fallecieron dos personas y otras nueve resultaron heridas.La fuga quedó registrada en el contador de la finca de Roís de Corella, que había sido conectado ocho horas antes de la explosión, según el sumario. La deflagración pudo ser causada por el funcionamiento de la nevera o la cocina de esta casa.
El sumario por este siniestro ha sido abierto por presunta imprudencia, aunque el juez encargado del mismo no dió más datos sobre quién será el sujeto de esta imprudencia. En su primera intervención pública sobre el caso -que según anunció no será la última-, el juez compareció en compañía del perito que elaboró el informe previo, José Villalba, el mismo que participó en el sumario de la explosión de la calle de Capitán Arenas, en el año 1972, cuando murieron 18 personas.
De las cuatro conclusiones del sumario destaca la comprobación de que el contador de gas perteneciente al inmueble número 2 de la calle de Roís de Corella registró el paso de 44 metros cúbicos en las ocho horas en que estuvo en servicio hasta el momento de la explosión.
"Ni explosivos ni bomba"
Previamente a la lectura de las conclusiones, el juez señaló su convicción, ya apuntada por los diferentes participantes en el rescate de víctimas y desescombro, de que no existió "ni artefacto ni explosivos ni bomba". Según consta en el informe judicial "se detectó un elevadísimo consumo de gas natural en el contador de la casa número 2 de la calle de Roís de Corella, en el cual, partiendo de la base de que durante las ocho horas transcurridas desde la conexión hasta la del siniestro no había nadie en la vivienda, sólo puede, ese consumo, interpretarse como una fuga de gas".El segundo punto de las conclusiones hace referencia al paso de gas registrado por el contador. ste fue conectado el viernes día 2 a las cinco de la tarde, y la explosión se produjo alrededor de la una de la madrugada del sábado. Se estima que la fuga de gas fue de 44 metros cúbicos. El punto de ignición es atribuido, en el tercer apartado del documento del juez, al funcionamiento de la nevera o al de la cocina de la casa.
El comunicado ofrece una primera aproximación a las causas de la fuga, partiendo de la base de que ésta fue detectada por el contador. "Si existió avería, estaba localizada después de él. De no existir avería", se concluye, "las llaves de paso estaban abiertas, así como las de la cocina de gas, o se había desenchufado la conexión flexible".
Los daños materiales de la explosión de la calle de Cristóbal de Moura -que afectó, además de a las cuatro viviendas derrumbadas, a unos 20 coches y a tres edificios situados en la zona- no han sido aún contabilizados oficialmente. En una valoración aproximada, fuentes del Patronato Municipal de la Vivienda calculan que el total se acercará a los 100 millones de pesetas.
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