Unas 2.000 personas participaron en el homenaje al 'etarra' Gutiérrez Salazar

Unas 2.000 personas participaron ayer en Lejona (Vizcaya) en el homenaje a Eugenio Gutiérrez Salazar, el Tigre, presunto miembro de ETA Militar abatido hace ocho días por disparos de los Grupos Antiterroristas,de Liberación (GAL) en el sur de Francia. Las cenizas de este presunto activista, cuyo cuerpo fue incinerado el viernes último en Burdeos, recibieron sepultura en el cementerio de Lejona, su pueblo natal, que ayer llevó a cabo un paro general en protesta por el atentado.La ornacina, con los restos de Eugenio Gutiérrez cruzó la frontera de Irún a las 15.40 horas en manos de sus familiares, que la entregaron a los dirígentes de Herri Batasuna Txomin Ziluoaga, Izaskun Larreategui, Jokin Gorostidi e Itziar Aizpurua. Un centenar de personas saludó la llegada de los restos del activista muerto con gritos de "Gora Euskadi socialista e independiente", "Gora ETA" y con el canto del Eusko Gudariak.

Los efectivos policiales desplazados al lugar no llegaron a intervenir y los asistentes al acto, que duró escasos minutos, se alejaron en sus vehículos.

Varios centenares de personas participaron en un homenaje a este mismo activista en el frontón de Mauleón (Francia). La comitiva siguió viaje por la autopista Bilbao-Behobia, deteniéndose en algunas localidades vizcaínas antes de llegar a las 18.45 horas a Lejona.