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Reportaje:

El 'cómeme' de los gastos financieros en Purlom

Agrolimen, de Lluís Carulla, vendió sus acciones hace dos meses, acelerando la crisis

Matadero General Frigorífico de Abrera SA (Mabresa) declaró un activo de 3.725 millones de pesetas y un pasivo de 1.926. Los principales acreedores son la Caja de Ahorros de Barcelona, con 200 millones (crédito hipotecario respaldado por,el propio edificio del matadero); Rentauro, con 149 millones; Piensos Costa, con 128 millonies; el INP, con 90 millones; Piensos Gatnau, con 89 millones; Juan Manent, con 15 millones; y Vall Companys, con 64. Las participaciones actuales cotresponden al 50% a Juan Manent Torras y a la multinacional suiza Roy West, con sede en Lausanne. Curiosamente, en la primera semana de diciembre último, Namor SA, empresa filial de Agrolimen, vendió a ésta última sus acciones.Según Francisco Vilaseca, directivo de Agrolimen, el acuerdo de compraventa fue muy favorable tanto para ellos como para la multinacional, aun que declinó precisar cifias. No obstante, sorprende ahora una operación de este tipo, a las puertas de una suspensión, sobre todo cuando en Mabresa no se conocen aún los planes de los socios suizos, ni sus intenciones, ni siquiera sus nombres. Por esta razón, en medios financieros circuló la versión de que Roy West era una mera fiduciaria de las empresas de Lluís Carulla. Francisco Vilaseca manifestó al respecto que, ya nos gustaría ser propietarios o accionistas de Roy West", que "la suspensión le extrañaba y que parece motivada por razones técnicas o de conveniencia" y que "vendimos las acciones porque hace ya un par de años decidimos apartarnos de este sector".

Mabresa se fundó el 5 de enero de 1966, con un capital de dos millones. El accionista mayoritario era Lluís Carulla, a través de Agrolimen, pero también figuraban como accionistas Juan Zalacaín, Juan Puigvert y Juan Manent. Los objetivos de Mabresa eran la instalación y explotación de un matadero general frigorífico, la, comercialización e industrialización de productos y subproductos de la carne, así como la adquisición y producción de ganado para su sacrificio. La empresa tenía como antecedente otra denominada Zalacaín-Manent, fundada en la década de los cincuenta.

Nuevo consejo

La retirada de Lluís Carulla Canals, presidente y consejero delegado de Agrolimen, de Gallina Blanca, de Gallina Blanca Purina de Carulla SA, etc... ha supuesto un duro golpe para Mabresa. Juan Manent fue presidente de Mabresa y Carulla consejero secretario hasta 1979, año en que éste último dejó paso a Francisco Vilaseca, hombre de su confianza. Vilaseca ha realizado aparentemente funciones de consejero delegado hasta el 30 de enero último. En diciembre de 1980 se decid ió traspasar las acciones de Agrolimen a una sociedad filial, como es Namor SA, y el 2 de diciembre de 1983 se consumaba la venta del 40% de las acciones a Roy West, que se completaría a los pocos días con la venta del 10% restante. Juan Manent Torras, que tenía prevista su dimisión como presidente al cumplir los 70 años, debido a las circunstancias actuales, la ha anticipado un par de meses. Desde esta semana, Fernando Javier Benazet es el nuevo presidente y Luis Manent, hijo del anterior presidente, ha pasado a ocupar la plaza de secretario del consejo. Tanto las fuentes cercanas a Agrolimen como las próxima a Juan Manent están convencidas que la suspensión no se habría producido de no haberse consumado la venta de las acciones de Lluís Carulla.En cualquier caso, las dificultades de Mabresa -que llegó a sacrificar 2.400 cerdos diarios y tuvo más de 800 empleados, aparte de unos 200 eventuales- tienen su origen en la propia crisis del sector de mataderos, que se inicia a finales de 1976, cuando se aprueba una nueva reglamentación técnico sanitaria de mataderos, para mejorar la higiene y el control sanitario. Ello iba a generar una reducción del número de establecimientos, en muchos casos sin las debidas garantías de salubridad. No obstante, diferentes prórrogas dejaron sin efecto la aplicación del decreto. Paralelamente, Mabresa ha realizado importantes inversiones para adecuar el matadero a la estricta normativa legal. Sin embargo, las ventas en 1982 descendieron en casi 800 millones, con respecto al año anterior. Todo ello generó también sucesivos reajustes de plantilla, hasta llegar a la actual, compuesta por 397 trabajadores.

270 millones en financiación

La memoria de la suspensión cita también los impagados, 175 millones, así como los incrementos de costes: energéticos (51% en tres años), salariales (los sueldos están por encima de los estipulados en convenios provinciales y nacionales) y financieros. Y citamos textualmente: "En el transcurso del año 1983 los gastos de financiación se han incrementado en un elevado porcentaje, representando este capítulo, en cifras absolutas, durante dicho ejercicio, un costo productivo de 270 millones".El futuro no parece ofrecer nubarrones, hasta el extremo que hay alguna firma interesada en adquirir el porcentaje de la multinacional suiza. En círculos ganaderos catalanes manifestaron que habían decidido apoyar las gestiones de Mabresa a la vista de las explicaciones que la empresa les había dado, valorando muy positivamente el hecho de que ésta haya decidido pagar al contado en lugar de a 30 días para aminorar sus problemas de tesorería. Como estrategia para los próximos años, fuentes empresariales señalaron que desean hacer una campaña publicitaria agresiva -estas mismas fuentes destacaron el éxito del cómeme, cómeme de hace algunos años- y desplazar el personal del matadero a los productos acabados de la firma Purlom, que ha resistido mejor la crisis. En particular, se desea potenciar los productos de mayor calidad y los más populares, que son los que el mercado absorbe mejor.

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