Carl Lewis, el más grande de todos los tiempos
A los 21 años roza los récords mundiales de 100, 200 y longitud con unas marcas muy superiores a las que, en su día, consiguiera el legendario Jesse Owens
No hay ningún secreto en la potencia de este atleta. Si acaso, un trabajo duro y constante, auspiciado por sus padres. Dedica dos días a correr, otros, dos a saltar y uno más para solucionar los fallos. El resto, estudios de radio y televisión en la universidad de Houston. Y coleccionismo de cristal y objetos de plata.
Patriota y cristiano recién convencido, Carl es uno más de una familia de excelentes atletas, incluida su hermana menor, Carol, campeona femenina, de Estados Unidos de salto de longitud. Accedió a esta entrevista en la biblioteca de su casa de Texas y la finalizó en las pistas de atletismo de la Universidad de Houston, donde se entrena el mejor atleta americano desde Jesse Owens.Pregunta. ¿Cómo se entrena?
Respuesta. Creo que me entreno de forma distinta a los demás, porque entreno dos horas diarias, 11 meses al año. Me entreno como velocista y como saltador de longitud, por lo que resulta un tanto complicado, pero, al mismo tiempo, es un tipo de programa muy interesante. Normalmente dedico dos días a la semana a correr y otros dos días al salto. Los viernes los reservo para la actividad en que peor he estado durante la semana.
P. ¿Cómo sabe que ha estado bien? ¿Porque se lo dice su preparador, o es algo que siente?
R. Básicamente es algo que siento, pero creo que cuando una persona hace bien algo que está intentando siente una satisfacción personal. Sabe que ha estado trabajando duro y eso es algo que se reconoce.
P. ¿Se prepara mentalmente de alguna forma especial antes de iniciar una carrera?
R. Probablemente yo sea un poco más templado que la mayoría. Nunca he sido el tipo de persona que se tiene que sentar a considerar la situación para darse moral. En las competiciones siento una confianza que está basada en haberme entrenado bien y en tener una buena idea de lo que estoy haciendo. Me siento seguro porque he entrenado duro y me siento espiritualmente tranquilo en relación con la competición. No, no tengo ningún secreto ni hago nada especial.
P. ¿Considera su cuerpo como una máquina precisamente sincronizada? ¿Se hace una revisión mental de lo que está realizando?
R. Lo hago en competición. Sobre todo porque, independientemente de la buena forma en que te encuentres, de lo duro que trabajes y de lo bien que te entrenes, vas a cometer errores. Tienes que hacer una revisión mental de ti mismo y asegurarte de repasar la lista completa de la serie de cosas que tienes que estar en disposición de hacer; asegurarte de tener una idea exacta de los sitios en los que tienes que estar en cada momento. Solamente así se puede tener el cuerpo en la forma más perfecta posible.
P. ¿Quién le ha animado?
R. Supongo que han sido mis padres. Fueron los iniciadores de un programa deportivo en mi ciudad, Nueva Jersey, y me dieron la oportunidad de iniciarme en el atletismo. Con el paso de los años, mi hermana Carol y yo entramos en el programa. No fue una cuestión de que me hubieran empujado. Creo que dudaban a la hora de incluirnos, sobre todo porque tenían miedo de influenciarnos.
P. Los dos son preparadores, ¿no es cierto?
R. Sí; en la actualidad son preparadores en institutos rivales. Recuerdo un año en concreto en que había una competición y los dos equipos estaban muy igualados. En dos pruebas, el equipo de mi padre ganaba por un punto. El resto de la competición se suspendió hasta el miércoles siguiente. Nosotros estábamos en casa con los preparadores rivales, mis padres. Nadie cocinó.
"Era un atleta mediocre, esquelético y retrasado"
P. ¿En qué emplea su tiempo libre, o no tiene ninguno?
R. No tengo mucho y estoy estudiando radio-televisión en la Universidad de Houston, por lo que los estudios me ocupan mucho de mi tiempo, al igual que las actividades deportivas que ya he citado antes. Entonces, ciertas pequeñas ocupaciones, aquí y allá -hago publicidad por Xerox de Japón y BMW de América, lo cual me deja muy poco tiempo, además de las charlas y entrevistas, como esta de hoy-, y mi interés por la distrofia muscular... Tengo millones de pequeñas cosas.
P. ¿Admira a muchos?
R. Sí, y creo que es resultado de un situación típica. Me inicié en el deporte siendo muy joven. La mayoría de la gente piensa que si se empieza a la edad de seis o siete años uno se quema, porque, además, los padres presionan demasiado. Yo he pasado por un programa similar y pasé de ser nadie al lugar que ocupo ahora. Hasta el instituto yo era un atleta mediocre, esquelético y retrasado. Eso me permitió ver las dos caras de la moneda. Mi hermana era distinta. Siempre era la primera, siempre ganaba, siempre era la mejor. Yo era todo lo contrario. Creo que en ese aspecto era bastante típico, y es como ha de verme la gente, quiero mostrar siempre mi personalidad.
P. Sus preparadores hablan muy bien de usted y dicen que es muy fácil de conocer y que sería bueno en cualquier cosa a la que se dedicara. El preparador Doolittle le describe como un artista. ¿Qué tiene que decir a ese comentario?
R. Lo tomo como una gentileza, naturalmente, porque todo aquel que es respetado ha de tener mucho confianza en sí mismo para ser activo y, además, ser muy disciplinado y tener mucha capacidad de concentración. Yo los respeto muchísimo, llevo aquí cuatro años bajo su entrenamiento y siempre me he llevado muy bien con ellos. El oír esos comentarios que hacen en relación conmigo es muy estimulante.
"Soy cristiano ferviente y eso me ha ayudado"
P. ¿Hay algo espiritual que le anima en sus proyectos?
R. Sí; creo que sí . Soy cristiano ferviente, un número uno, y creo que eso me ha ayudado. Hace solamente tres años que me he reconvertido, y eso me ha proporcionado paz espiritual. Ahora sé perfectamente que todo lo que haga entregándome al máximo es todo lo que puedo hacer. El Señor me ha proporcionado unas buenas condiciones atléticas y en otros aspectos también, y siempre se puede mejorar, independientemente de lo joven o viejo que se sea. Mientras uno siga mostrando su personalidad y trate de mejorar, sin olvidar que el Señor es el ser supremo y quien nos da las fuerzas para nuestros hechos. Eso hace sentirme más seguro de mí mismo en competición.
P. Su hermana, Carol, es una atleta extraordinaria. ¿Es saltadora de longitud? ¿Ha intentado los 100 metros vallas?
R. Carol se dedica a las vallas simplemente por hacer algo distinto. Nunca ha competido en una carrera importante, pero en longitud ha conseguido el campeonato nacional y ha quedado tercera en el campeonato mundial, es muy buena. Cuando no tiene otra cosa que hacer, corre vallas. Cuando compite por la universidad, suele hacer una carrera de vallas, pero no le gustan demasiado. Es simplemente que le gusta hacer otra cosa más.
P. He oído que tiene usted otras aficiones, que colecciona cristal y plata.
R. Sí; he estado ocho veces en Europa, y el cristal es algo que siempre me ha intrigado. Hace tres años fui con mi representante, que hace años que colecciona criístal y vinos tintos, y ese año nos dedicamos a ver diferentes tipos de cristal. Fue algo muy interesante el ver los distintos tipos de vasos de cristal, desde ese momento me he dedicado a conseguir piezas y a leer sobre los distintos tipos de ideas. Me hice experto en plata y ha resultado ser una afición interesante, ya que voy a Europa muy a menudo. Me divierte mucho.
P. ¿La vuelta a casa es como si se refugiara del resto del mundo?
R. Exactamente.
P. ¿Cómo acepta las presiones en su nivel de competición?
R. Creo que todo queda reducido a la confianza en mí mismo. Voy a competir, y como tengo una idea muy clara de lo que significa competir a un determinado nivel y en una determinada especialidad, tengo que estar a la altura de los mejores. Desde que me he convertido en el número uno, tengo que esforzarme tanto como cualquiera.
P. ¿Para asegurarse de mantener su categoría o incluso conseguir mejor marca?
R. Sí. Hace dos años me he convertido en el número uno mundial, y si hubiera corrido las mismas veces, seguramente estaría ahora en el puesto tercero o cuarto en 100 metros y segundo en salto de longitud. La gente empieza a correr tan rápido como yo, y entonces yo tengo que ser algo más rápido. Es como un ciclo. La persona que llega a la cima tiene que seguir mejorando, y cuando llega a un punto o a una edad en que ya no puede mejorar más, entonces baja en su rendimiento y alguien que venía detrás ocupa su puesto. Siempre es así.
P. Las normas del atletismo no permiten las aportaciones económicas, pero ahora parece ser legal el recibir apoyo económico mediante depósitos a través de la federación.
"A mí me dan 20 dólares al mes para gastos"
R. Exactamente. Está prohibido terminantemente que un atleta gane dinero. Por ejemplo, estoy en un apartamento universitario. Mi alojamiento y educación están pagados y a mí me dan 20 dólares al mes para mis gastos. Esa es la beca típica que reciben los atletas. Si yo decidiera coger un trabajo por horas -por ejemplo, mi curso es durante la primavera y yo deseo y trabajo por horas, y un amigo me proporciona un trabajo para septiembre, octubre, noviembre y diciembre, es decir, en mi tiempo libre-, bueno, pues eso no está permitido, porque dicen que ya se gana dinero en la universidad y no se puede ganar dinero fuera. Cada federación nacional es el organismo rector del atletismo y permite la publicidad y prácticamente todo aquello que puede hacer un profesional, incluso premios en metálico en ciertas competiciones. Pero eso tiene que ir a un depósito.
P. Quería hacerle una pregunta sobre la reciente disputa de los esteroides.
R. Bueno, creo que mi filosofía es que de joven estuve expuesto a los esteroides, es decir, había oído hablar de ellos. Cuando dejé el ins tituto oí hablar que iban a hacer pruebas con esteroides y yo pregunté: "¿Qué es eso de los esteroides?". El preparador me dijo que en mi caso no iban a conseguir diferencia alguna. Pueden hacerte más fuerte o un poco más rápido pero la persona que hace las cosas correctamente va a vencer a la persona que utiliza drogas y que hace las cosas incorrectamente. Si uno comete errores, puede ser un poco más fuerte, pero va a come ter errores igualmente. Yo no creo en los esteroides, porque no creo que ayuden demasiado. Pero como ya he dicho antes, si alguien decide tomarlos, esteroides o cualquier otra droga, ése es su problema. Yo no pienso ni que sean buenos ni malos, pero...
P. No quiere sentirse juez.
R. Exactamente. Cada uno que haga según le parezca. ¿Quién soy yo para juzgar?
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