Unión EIéctrica FENOSA aplaza pagos a proveedores por dificultades financieras
La empresa Unión Eléctrica Fenosa ha comunicado a sus proveedores de carbón de la provincia y de la comunidad autónoma asturiana que duplicará o triplicará los plazos de pagos actuales, debido a las dificultades económicas por las que atraviesa, según informaron a la agencia Europa Press fuentes solventes de la Asociación Provincial de Empresarios de Minas de Antracita..Los plazos normales de pago) hasta ahora, según las mismas fuentes patronales, eran de 90 y 165 días, que se duplicarán en adelante, y en algunos casos se triplicarán.
Las actuales dificultades económicas de la empresa surgieron por el almacenamiento de carbón en las centrales térmicas de Anllares y La Robal, en León, y Cangas de Narcea, en Asturias, por un valor total superior a los 25.000 millones de pesetas, cuya línea de financiación de años anteriores no ha sido prorrogada por el Gobierno para el presente ejercicio de 1984.
Petición inviable
Unión Eléctrica Fenosa informó a las mismas empresas que el Banco de Crédito Industrial tiene pendientes de pago más de 10.000 millones de pesetas, correspondientes a créditos aprobados por la Administración con cargo a la línea oficial para la financiación de las reservas coyunturales almacenadas. Las citadas fuentes de la Asociación Provincial de Empresarios de Minas de Antracita señalaron también que la petición realizada por Unión Eléctrica Fenosa es totalmente inviable, especialmente en el caso de las pequeñas y medianas empresas afectadas, por sus escasas posibilidades de financiación.El acceso al crédito de las pequeñas y medianas empresas proveedoras de Unión Eléctrica Fenosa es, en líneas generales, difícil y escaso.
En este sentido, representantes de los empresarios leoneses expusieron ayer la situación planteada por Unión Eléctrica Fenosa al director general de Minas durante una entrevista celebrada recientemente en Madrid.
La facturación de Unión Eléctrica Fenosa con empresas leonesas, y sobre cómputo del ejercicio de 1983, fue de 110.000 millones de pesetas, frente a una cantidad muy inferior, 7.200 millones de pesetas, que corresponden a su facturación a empresas radicadas en la comunidad autónoma de Asturias. Existe, por ello, una gran preocupación en estas empresas, y en los sectores laborales que pueden verse afectados
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