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Un Wilander afortunado elimina a Higueras

Alex Martínez Roig

El español José Higueras perdió anoche ante el sueco Mats Wilander 7-6 (7-4) y 6-2 en los cuartos de final del Masters. Higueras jugó un primer set extraordinario, en el que llegó a desaprovechar cinco pelotas de set. Higueras y Wilander ofrecieron los mejores momentos de tenis del Masters en este primer set, en el que quedó demostrado que ambos se han adaptado a las superficies rápidas. Wilander se enfrentará en semifinales a John McEnroe, si éste vence en cuartos de final a Johan Kriek. Los otros semifinalistas también están por decidir, aunque Connors y Lendl son los favoritos.

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Explicar que Higueras jugó de forma extraordinaria debería ser normal. El español es el séptimo mejor jugador del mundo. Tan sólo le superan McEnroe, Lendl, Connors, Wilander, Noah y Arias, todos ellos unos monstruos del tenis. Sin embargo, se hace necesario resaltar el juego de Higueras porque cada vez que participa en torneos españoles los nervios y la tensión le convierten en un mediocre jugador. Higueras anoche obligó al número uno del Gran Prix, al hombre que más torneos ha ganado en 1983 -9- a utilizar todos sus recursos técnicos y físicos. Y aún así, Higueras estuvo a punto de amargar la tarde a Wilander.El primer set estuvo dominado por Higueras. El español, seguro atrás y sin rubor en sus subidas a la red movió de lado a lado a Wilander con bolas profundas y ajustadas a las líneas. El sueco no estuvo por debajo de su nivel habitual, sino que demostró haberse adaptado a la agresividad y rapidez necesaria en el tipo de pista en el Madison. El primer servicio del español funcionó perfectamente y así, para sorpresas de muchos, Higueras se colocó con 5-3 a su favor. Pero el sueco jugó su mejor tenis en esos momentos. Salvó una pelota de set, rompió el servicio de Higueras y se colocó 5-4. En medio del marasmo de nervios surgió otra vez un gesto de Higueras. En ese juego en el que ya desperdició una pelota de set, un servicio que Wilander dejó pasar fue declarado bueno. Habría significado un nuevo set-ball. Pero Higueras había visto malo el servicio y ante la primera tímida protesta de Wilander, el español le dio la razón. Luego perdió el punto. "Vi la pelota mala", dijo Higueras. "Yo no sé ganar así. Algunas pueden llamarme tonto, pero yo me siento mayor", comentó ante unos periodistas norteamericanos sorprendidos por el gesto.

Con el público a favor

Pero las oportunidades desperdiciadas por Higueras no acabaron aquí. Con la colonia de hispanos neoyorquinos gritando un "vamos José" con acento suramericano que sonaba muy extraño, el español volvió a perder cuatro pelotas de set con servicio de Wilander. Las dejadas ajustadas, acompañadas con gritos del público, y los passing shot perfectos de Wilander e Higueras se sucedieron uno tras otro. Higueras salvó a su vez otra bola de set y se llegó al tie break. Higueras se colocó 4-1, pero la rapidez de Wilander y su acierto en los servicios le permitieron recuperarse y ganar por 7-4.

El segundo set fue totalmente distinto. Higueras, cansado -respiró por la boca durante todo el partido por un resfriado- prácticamente se entregó aunque a su derrota contribuyeron cuatro bolas consecutivas de Wilander que lamieron la red antes de caer en el lado bueno. Esas bolas, en momentos claves, acabaron con la esperanza de Higueras.

Wilander tuvo elogios para el español: "Merecía ganar el primer set. Ha jugado mejor que yo y si me he llevado esa manga ha sido por auténtica suerte". El español estaba contento: "He perdido, pero he jugado bien. Creo que el primer set ha sido el mejor de mi carrera sobre pista rápida. Pero, ahora que he analizado el partido, creo que debí atacar más en en los puntos decisivos".

Victoria de Gómez

El ecuatoriano Andrés Gómez se clasificó para jugar en cuartos de final ante el checo Ivan Lendl, al ganar en la primera fase al estadounidense Eliot Telsitcher por 7-6 (7-3) y 6-7. Gómez no puede quejarse de su amor propio. Durante los primeros seis meses tan solo ganó un partido en los seis torneos que disputó. Se marchó a Guayaquil, donde estuvo entrenando concienzudamente -"ni siquiera tuve tiempo de pisar la playa"- y a partir de entonces comenzó una carrera desesperada que le ha llevado a estar en el Masters, tras ganar el torneo de Dallas en pista rápida y ser finalista en Chicago, donde perdió la final ante Connors, pero después de haber vencido a su próximo rival, Ivan Lendl.

Gómez fue el atacante y Teltscher el defensa en el partido de la primera fase. Gómez no dudó nunca en subir a la red para rematar los flojos restos de su rival. El servicio de Gómez, su perfecto movimiento y su peligroso drive hacen del partido que lo enfrentará ante Lencil el más interesante de los cuartos de final. Ante Telstcher tuvo proble mas en el primer set, que acabó ganando gracias a su potente servicio en el tie break, en el segundo set salió a reducir la debilidad de Telstcher, un hombre que confía tan poco en sí mismo que siem pre pregunta a los organizadores del Masters cuál es el premio que reciben los perdedores de la pri mera ronda. Gómez sólo tuvo que mantener su ritmo y esperar los fallos de Telstcher.

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Sobre la firma

Alex Martínez Roig
Es de Barcelona, donde comenzó en el periodismo en 'El Periódico' y en Radio Barcelona. En EL PAÍS ha sido redactor jefe de Deportes, creador de Tentaciones, subdirector de EPS y profesor de la Escuela. Ha dirigido los contenidos de Canal + y Movistar +. Es presidente no ejecutivo de Morena Films y asesora a Penguin Random House.

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