Los 'izquierdistas' son para Pekín una bomba de relojería en el PCCh
El régimen de Pekín ha acusado nuevamente a los izquierdistas y a los partidarios de la revolución cultural de constituir una bomba de relojería en el seno del partido comunista (PCCh).
La revista teórica del PCCh Bandera Roja afirma en su último número que los izquierdistas son tanto más peligrosos cuanto que la mayoría de ellos son jóvenes y por ello, susceptibles de ser nombrados para cargos directivos, en el marco de la política de rejuvenecimiento de los cuadros del partido y de la Administración emprendida en los dos últimos años.
Bandera Roja acusa a los izquierdistas de camuflar su identidad, de disimular ciertos documentos -en la esperanza de poderlos utilizar en el futuro para denunciar a dirigentes- y de crear organizaciones contrarrevolucionarias.
"Si no les expulsamos con ocasión de la consolidación del partido", afirmaba la publicación, "se convertirán en un peligro latente".
La consolidación del PCCh es, en realidad, una campaña de depuración iniciada en octubre y debe culminar con la expulsión de los miembros políticamente poco seguros.
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