El fútbol vaticano, el más correcto
En el campeonato de fútbol que se disputa en el Vaticano, y que acabará el 4 de junio, van en cabeza, con nueve puntos, los siguientes equipos: Museos, Oficinas de Correos y Cuerpo de Vigilancia. Sigue el equipo de los Guardias Suizos, con cinco puntos. Es el campeonato de la deportividad por excelencia. En el Vaticano ni se plantea el juego duro o incorrecto. Las sanciones son por la impuntualidad o por faltar a los encuentros. El nivel, todavía ahora se plantea algún posible contacto con otros Estados de miniatura europeos.
Los equipos, en total, son nueve. Los peor clasificados hasta el momento son la Capilla Julia, la Biblioteca, la Tipografía y APSS (Administración del Patrimonio de la Santa Sede).El único equipo que aún no ha conseguido un punto es L'Osservatore Romano y ha encajado 23 goles y marcado sólo dos.
En un momento en el que el fútbol italiano de la otra parte del Tíber se tiñe de violencia, en el Vaticano están orgullosos de que en su campeonato "todo es una balsa de aceite". No ha habido aún ningún accidente durante los partidos, y la deportividad está caracterizada, ha dicho el director del campeonato, Sergio Valci, por "extremo civismo".
Al final del campeonato será entregada una Copa de Disciplina al equipo que se haya portado mejor, un premio a la deportividad, pero muy especial. Por ahora, los equipos con menos puntos penales son el APSS, la Tipografía y L'Osservatore Romano. Estas penalizaciones o puntos de mala conducta se aplican, por ejemplo, por la: falta de puntualidad en llegar al campo o por la ausencia de algún jugador del equipo. De patadas, empujones o insultos ni se habla, porque la tradición del juego vaticano es la de una "gloriosa educación". En uno de estos casos se podría llegar a la descalificación del jugador, y el equipo cargaría con ocho puntos negativos. Pero, de hecho, es un caso que no se ha dado todavía en la reciente historia del fútbol del minúsculo Estado vaticano, que cuenta con menos de 1.000 habitantes.
Futuros contactos internacionales
Se empieza a hablar de la posibilidad de crear un equipo vaticano nacional, que podría enfrentarse con otros equipos semejantes, por ejemplo con Estados en miniatura como la República de San Marino, Montecarlo o Liechtenstein. Y hasta existe ya la alineación de dicha selección nacional vaticana. El portero sería Guadagnoli, del equipo de Correos. No se ha sabido aún de cuál de estos equipos es hincha el papa Juan Pablo II, de quien se asegura que le gustaría poder participar. Por supuesto, como portero, que era su puesto cuando jugaba en el equipo de su parroquia, en Polonia. "A Karol", dice un compañero suyo de entonces, "le gustaba sobre todo parar los goles".
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