El Salamanca necesita el dinero de Televisión para no desaparecer
El Salamanca está dispuesto a poner en manos de sus asesores jurídicos el contrato del fútbol televisado de esta temporada, firmado entre los clubes, la Federación Española y TVE, y rescindido hace unos días por ésta. El Salamanca, si llega a denunciar el incumplimiento del contrato, pretende exigir responsabilidades "a quienes corresponda", sin señalar culpables concretos.
Según el acuerdo firmado, el próximo día 31 se televisaría el partido Salamanca-Sevilla, que difícilmente se llevará a cabo si el contrato está rescindido y no se firma uno nuevo. Dirigentes del club salmantino aseguraron que no transmitir este partido supone una hecatombe económica para la entidad, lo que podría ocasionar hasta la desaparición del equipo, ya que el dinero se destinaría a pagar los 20 millones de pesetas que se adeudan a los jugadores.El club salmantino dejará de percibir unos 26 millones de pesetas si no se televisa su partido frente al Sevilla. De ellos, 19 millones corresponden a los derechos de transmisión y siete a la publicidad estática de las bandas situadas alrededor del campo. El total de estos millones supone el 12% del presupuesto del club para la presente temporada.
El Salamanca arrastra actualmente una deuda de 270 millones de pesetas, casi 50 más que su presupuesto para esta temporada. Los ingresos del partido a televisar fueron destinados desde un principio a pagar 20 millones de pesetas, correspondientes a deudas de la pasada temporada con sus jugadores, que éstos no denunciaron ante la confianza de cobrarlas este mes, y por lo que el equipo no descendió a Segunda División. Con el resto de los ingresos del partido televisado se abonarían las pagas extraordinarias de este mes a jugadores y empleados, que no podrán hacerse efectivas si no hay dinero.
La situación económica del Salamanca, típica últimamente en algunos clubes más, es producto del comportamiento de algunos dirigentes de los mismos. Victoriano Reyes llegó a ser vicepresidente del Salamanca y su brazo ejecutor, mientras que el actual presidente quedaba como hombre de paja Victoriano Reyes configuró su directiva. No descartó lujos y promesas, sin pensar en la posibilidad de una situación económica angustiosa, como la que ahora vive el Salamanca, y cuando ésta llegó, el vicepresidente escapó y desapareció del club. En más de 75 millones de pesetas aumentó la deuda del club.
El Salamanca se vio obligado a traspasar a algunos jugadores como Corchado, al Zaragoza, y Martínez, al Mallorca, por los que percibió 45 millones de pesetas en total. Al mismo tiempo tuvo que recortar bastante el importe de las fichas de sus jugadores. Fichó solamente a tres jugadores: Balín, que no costó una peseta, por encontrarse libre; el yugoslavo Micanovic, por el que pagó siete millones, y el español Orejuela, que jugaba en un equipo alemán y cuya historia es sangrante. Este jugador renunció a dos millones de pesetas, importe de su ficha, para que con ellos el Salamanca pudiese pagar la cifra de su traspaso al conjunto alemán. De esta forma su ficha anual se redujo a 500.000 pesetas. Percibe 68.000 pesetas mensuales y también por ese período de tiempo paga 30.000 de alquiler del piso en el que reside.
Las recaudaciones no llegan el club
La recaudación media de un partido del Salamanca es de un millón de pesetas, con las excepciones de los encuentros jugados con el Spórting y el Barcelona. Este último encuentro dejó en taquilla 9.500.000 pesetas. El Banco Central se llevó nueve, correspondientes a deudas adquiridas, y uno de los cinco directivos con que cuenta el Salamanca, medio millón de pesetas. Este directivo, Enrique Moro, prefirió llevarse ese dinero antes que llegara a sus jugadores. Entró en la directiva salmantina con el principal interés de monopolizar los viajes del equipo, ya que tiene una agencia de viajes, y de esa forma arrebatárselo a la competencia.Los actuales directivos del club tienen avalados 10 millones de pesetas en la Caja de Ahorros de Salamanca. Esta entidad no se espera que llegue a embargar a los directivos, ya que compra entradas de cada partido por valor de unas 300.000 pesetas, que después sortea entre sus impositores.
Algunos clubes de Primera División, en la última reunión que celebraron sus representantes se sensibilizaron por el problema originado al Salamanca si no se televisa su partido frente al Sevilla. El Valladolid y el Real Madrid, entre otros, indicaron la posibilidad de que todos los ingresos de los partidos televisados se repartiesen a partes iguales entre todos los clubes.
