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Continuaron las bajas, aunque descendió el volumen de oferta

Una aparente flexión en los volúmenes de oferta permitió una aminoración de los pocesos bajistas a que se están viendo abocados los mercados nacionales de valores en las últimas reuniones, aunque esta circunstancia, en cualquier caso, no fue suficiente para que los especialistas desfruncieran sus preocupados ceños.Los índices de los sectores más representativos del mercado continuaron manifestando su habitual tendencia a la baja de las últimas reuniones, mientras que aquellos valores que cuentan con mejores padrinos se limitaron a intentar repetir sus cotizaciones anteriores sin demasiado estrépito, por cuanto el ambiente tampoco estaba, como para permitirse mayores alegrías, que a la hora de la verdad. pudieran atraer la atención de los vendedores.

El sector eléctrico volvió a dar claras muestras de los efectos negativos que puede tener sobre cualquier valor un mosqueo extendido entre los especialistas. Para estos valores, el calvario lo está constituyendo la falta de órdenes de compra. Las ventas son, según casi todos los testimonios, las lógicas en unos momentos como los actuales en los que las demandas de inversión en valores de renta fija constituyen una severa competencia para estos títulos.

Ahora bien, en todo análisis sectorial existen siempre las excepciones, y en el caso del grupo eléctrico Reunidas de Zaragoza constituye el caso que queda absolutamente al margen de las apreciaciones conjuntas. Ayer, los precios de las acciones de esta sociedad experimentaron un nuevo avance, concretamente de 14,57 puntos en relación a su última cotización, mientras que sus derechos de suscripción reflejaban una corrección a la baja de 21 pesetas tras la impresionante mejora de la reunión anterior. Parece, o al menos eso se apunta desde medios especializados, que la escasez de derechos de suscripción en el mercado está forzando un incremento en la demanda de acciones viejas, sin que importe en exceso el precio que hay que pagar por ellas. La existencia de varios grupos pugnando por el control de paquetes significativos de esta sociedad, está dotando a sus acciones y cupones de unos comportamientos extraños, que exceden la pura ortodoxia operativa. Claro que esto en unos mercados como los españoles tampoco constituye ninguna ninguna noticia un comportamiento de este tipo.

A quien se muestre reacio a aceptar este criterio, se le puede remitir al, comportamiento de El Águila, cuya evolución bursátil está constituyendo un modelo para diseñar las más espeluznantes montañas rusas del mundo. Desde las mejoras que se apuntaron el pasado martes se ha vuelto a una situación de papel sin operaciones al 108,5%, un auténtico espectáculo no apto para corazones débiles. Por su parte, el grupo bancario asistió, impávido, a una discreta disminución de los volúmenes de oferta con los que ha venido contando en los últimos días, que llegó incluso a permitir que algunas de estas entidades ofrecieran restos positivos. Este es el caso de Hispano, Popular y Vizcaya, que al tibio calor de unos pocos miles de títulos como saldo comprador mejoraban sus cotizaciones en dos puntos, por aquello de aprovechar las ocasiones que el destino depare.

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