Los emigrantes plantean sus problemas al Defensor del Pueblo

Miembros de la Coordinadora Europea de Asociaciones de Emigrantes Españoles, que agrupa a más de 100.000 asociados de nueve países europeos, se entrevistaron el pasado viernes con Joaquín Ruiz-Giménez, defensor del pueblo, para tratar de los problemas de los emigrantes y -según denuncian representantes del secretariado de la coordinadora, de estos trabajadores- de la falta de apoyo por parte del Instituto Español de Emigración.Los emigrantes se quejan de la carencia de ayudas que padecen y de la mala gestión de la Administración ante la discriminación que sufren por parte de los Gobiernos de diversos países europeos, de falta de seguridad en el empleo, de pérdidas de puestos de trabajo y los consiguientes problemas de relaciones humanas.

Por otra parte, la coordinadora de emigrantes habla de la reducción drástica en el apartado de los Presupuestos dedicado a la emigración, que ha pasado de 13 millones de pesetas en el año pasado a poco más de cinco millones en este año.

Los emigrantes también denuncian la falta de intención de erradicar por completo la emigración, así como la poca preparación técnica de los funcionarios que negocian con los Gobiernos de los países europeos.

Huelga de hambre en Bélgica

Por otra parte, se están multiplicando las huelgas de hambre de estudiantes en Bélgica, como protesta contra los proyectos gubernamentales de reforma de la ley de inmigración. Desde hace una semana, 10 estudiantes están en huelga de hambre en la Universidad Católica de Lovaina-la-Nueva, otros cinco se les sumaron el lunes en la Universidad de Namur y otros más anteayer en la Universidad Libre de Bruselas y ayer en la de Lieja, informa Andrés Ortega.De salir adelante el proyecto, del Gobierno de coalición democristiana-liberal, se limitaría el derecho a la reunión familiar de los estudiarites extranjeros, sumprimiéndose su automaticidad. Se podría aplicar incluso a no estudiantes.

Además, los municipios tendrían poder para limitar el número de extranjeros que habiten en su territorio. De hecho, afectaría principalmente a los originarios del Magreb, pues los pocos casos españoles conflictivos van resolviendose uno a uno.

El proyecto tiene una importante incidencia en el ámbito de la enseñanza y los efectos de esta política se han comenzado a sentir ya incluso antes de la aprobación del nuevo proyecto de ley.

En efecto, 80 estudiantes de Zaire y de Marruecos han sido expulsados del Instituto Municipal Frans Vischer, de Bruselas, al amparo de una circular del ministro de Educación, en el mes de agosto, imponiendo una cuota mínima de un 2% de extranjeros en el primer año de las escuelas superiores.

Bélgica, con su ley de 1980, tenía uno de los sistemas más, liberales en Europa para la inmigración. Ahora, los socialistas plantearán enmiendas al nuevo proyecto de ley, aunque los observadores políticos consideran que éstas no tienen posibilidades de ser aceptadas, por la mayoría gubernamental.