Fraga llama a unirse en la 'mayoría natural' a todos los "no socialistas ni separatistas"
Constantes referencias a la "inevitable" victoria de la Coalición Popular en las próximas elecciones generales -que se celebrarán a finales de 1985, según los dirigentes aliancistas- dieron fin ayer al congreso regional de Madrid de Alianza Popular. "Todas nuestras previsiones se han cumplido, ahora hay que articular la estrategia que nos lleve a agrupar cuanto no es socialista ni separatista", dijo Manuel Fraga en el acto de clausura, en um renovado llamamiento a la mayoría natural. Como el día anterior había hecho el secretario general del partido, Jorge Verstrynge, Fraga endureció notablemente el tono de su discurso al referirse a la actuación el Gobierno.
Carlos Ruiz Soto, ex presidente y ahora copresidente de AP en Madrid, robó un grito a la izquierda para resumir el espíritu que animaba a los 2.500 asistentes a la clausura del congreso: "Se siente, se siente, Fraga presidente". Todos los oradores del acto, como animados por una misma consigna, insistieron en la seguridad de que, dentro de dos años, verán en la Moncloa a Fraga.Éste hizo un discurso que significaba casi un retorno a anteriores tonos apocalípticos: la vuelta de la mendicidad, la prostitución y, en resumen, el inminente hundimiento de la sociedad, fueron vaticinados por Fraga, que culpó de todo ello al socialismo. De paso, atacó, sin nombrarle, al ex ministro del Interior de UCD, Juan José Rosón, quien hace, dos días pidió la creación de una nueva derecha: "Ahora resulta que otros tienen fórmulas para hacer una derecha mejor que la nuestra; pero tuvieron el Gobierno y la Televisión y no la hicieron. Ahora resulta que quieren descubrir el Mediterráneo". Las "inoportunas" reformas militares, la censura de catecismos, las nuevas guerras escolares, la multiplicación del gasto plúblico, la subida "como un cohete" de los impuestos, la despenenalización del aborto y la legalización del porro fueron otros tantos temas recordados por el látigo de Fraga.
La alternativa
Éste se consideró a sí mismo y a su partido como única alternativa a tal cúmulo de calamidades: "Estamos constituyendo y perfeccionando una fuerza política capaz de promover hombres y mujeres válidos para el gobierno de la causa pública a todos los niveles, de inantener ideas claras sobre las metas de España y de crear, en base a todo ello, una verdadera al ternativa de poder".Los ataques al socialismo, claramente recrudecidos desde la oposición a partir de este congre so, no fueron patrimonio de Fraga: Guillermo Perinat, nuevo presidente provincial de AP en Madrid, dijo que "el socialismo es una uto pía que puede degenerar en tiranía"; Ruiz Soto, el otro presidente electo, no olvidó unirse a las críticas, pero fue Pedro Schwartz, líder del coaligado partido Unión Liberal, quien más abusó de ingenio para decir, entre la chanza y la boutade, que "parece que la sociedad española está de rodillas y sólo reza para que Felipe se haga de derechas, porque, como no hay quien le quite... Felipe hace lo que puede, aunque, naturalmente, no sabe lo que es ser de derechas".
José María Álvarez del Manzano, representante del otro partido coaligado, el democristiano PDP, prometió seguir unido a AP en 1985, "o cuando sea, pese a quien pese, y escriban lo que escriban" Gerardo Fernández Albor, presidente de la Xunta de Galicia y nuevo hombre fuerte de AP, tam bién intervino en la sesión de clau sura para señalar, de manera a menos ambivalente, que con Fraga, futuro presidente de Gobierno "ahí teneis, como siempre, un gallego para España".
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