Por cada 'etarra' detenido, otros dos o tres cruzan la frontera y se instalan en Francia
La cifra exacta de etarras refugiados en Francia es difícil de determinar, en parte por los cambios constantes de domicilio y por el hecho mismo de que no todos aquellos que llegan a suelo francés huyendo de la policía española se registran en la Oficina Francesa para Refugiados y Apátridas (OFRA). Pero estimaciones de diversos observadores calculan que, por cada activista de ETA detenido, dos o tres personas cruzan clandestinamente la frontera para tomar refugio seguro en el sur de Francia. Este dato se correspondería también con las últimas cifras y estadísticas disponibles: un total de 333 miembros de las distintas ramas de ETA permanecen recluidos en cárceles españolas y más de ocho centenares de refugiados españoles, vascos en su gran mayoría, residen actualmente en suelo francés. De esa cifra, al menos unos 400 viven en Bayona, San Juan de Luz, Hendaya, Biarritz y pequeñas localidades de los Pirineos Atlánticos. De ese total de refugiados, apenas 10 disponen de la carta de refugiado político, ya que las autoridades francesas optaron en 1979 por negar ese documento a los vascos que no puedan demostrar que su vida corre peligro en el caso de que regresen a sus lugares de origen.Por otra parte, la evidencia ha demostrado que las distintas ramas de ETA mantienen en el sur de Francia una verdadera organización, que les permite dirigir y programar con tranquilidad sus acciones en territorio español, recaudar el impuesto revolucionario, centralizar la información, coordinar el aparato que mantienen en suelo español y gestionar la compra de armas en los mercados clandestinos, donde se abastecen para sus actividades terroristas. En el sur de Francia se encuentran, igualmente, los elementos etarras más buscados por la policía española, al igual que la dirección y los responsables de las armas y el dinero de la organización terrorista. Página 17
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