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"No pensé que una bala pudiera hacer tanto daño", afirma la joven herida por disparos de un guardia civil en León

Felisa de la Varga, la joven herida por disparos de la Guardia Civil el pasado día 1, cuando se encontraba en el interior de un turismo en compañía de su novio, recibió el pasado viernes a los medios informativos en su habitación del Hospital General Princesa Sofía. Aunque se mostró reacia a recordar el incidente, comentó con ingenua amargura durante su diálogo con los informadores "yo no pensé que una bala pudiera hacer tanto daño, ni traspasar un coche."

En la puerta de la habitación de la joven permanece aún el letrero de "Prohibido el paso por prescripción facultativa". En esta ocasión, la puerta se abrió unos minutos a los periodistas. Felisa de la Varga está acostada en la cama, y mira con un poco de prevención reflejada en esos ojos grandes y hermosos el cúmulo de grabadoras y el resplandor de los flashes. "¿Que cómo me encuentro? Ahora bastante bien, aunque tengo muchos dolores. La pierna izquierda me pesa muchísimo, como si fuera de hierro. La derecha la muevo bastante bien. Y de ánimo hay veces que bien, pero otras pierdo las esperanzas totalmente".Hay al principio un matiz de timidez en su voz que se va borrando en seguida. Contesta a las preguntas con precisión, con una sonrisa de fiabilidad. Un par de veces en el transcurso de la charla hace un gesto de dolor. De lo que ocurrió aquella noche no quiere hablar: "Prefiero no recordarlo. Después, cuando salga el juicio, pues ya se hablará de ello, pero mientras, no quiero". Sin embargo, añade después que su versión coincide plenamente con las declaraciones de José Luis Otero, su novio y acompañante en aquellos momentos.

A lo largo de estos días ha recibido numerosos testimonios y cartas, "me han escrito de toda España interesándose por mí gente que no conozco", y también visitas del ministro del Interior, de una comisión de la Guardia Civil y del director general de la Guardia Civil, teniente general Aramburu Topete: "Todos me dicen lo mismo que lo importante es que me anime mucho y me recupere pronto. Y eso es lo que yo quiero, porque ya estoy más que cansa da de estar aquí". Indica que el director general de la Guardia Civil le ofreció disculpas por lo ocurrido y que "estuvo bastante atento". En otro momento recuerda fugazmente, con emoción, que no se percató inicialmente de que había sido herida por una bala: "Yo no pensé que era una bala. No sé, sentí como si me hubieran separado las piernas y la cintura del cuerpo".

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