Un juego lento, pero rico
El beisbol se juega en un campo cuya parte principal es un cuadrilátero formado por cuatro sacos, o bases, con 30 metros entre cada uno. Hay nueve jugadores en cada equipo y nueve innings, entradas, en cada partido. En cada entrada un equipo batea -intenta marcar carreras- y después toma posiciones en el, campo y defiende mientras el otro equipo batea. Cuando un equipo defiende, su principal jugador es el pitcher, o lanzador, colocado en el centro de las cuatro bases a 20 metros del bateador, y sus lanzamientos se recíben por su catcher, o receptor.El encuentro lanzador-bateador es un duelo continuo. Si el bateador golpea tres veces sin dar con la pelota, se retira. Si da con la pelota y un defensor la recoge en el aire, también se retira. Cuando se retiran tres bateadores de un equipo, termina esa parte de la entrada y vienen a batear los defensores.Pero si un jugador batea la pelota y ésta cae entre los defensores, puede correr hasta la primera base. Si llega antes de la pelota tirada por el defensor a un compañero, el bateador -ahora corredor- mantiene su posición en aquella base, está seguro allí. Si un compañero da otro golpe bueno, el corredor puede avanzar a la siguiente base, y así sucesivamente hasta llegar a la cuarta y marcar una carrera, un tanto.
Pero hay otro elemento fundamental: si la pelota del lanzador no entra en una zona cúbica -aproximadamente entre las rodillas y los hombros del bateador- el bateador puede dejarla pasar. Si esto ocurre cuatro veces, el bateador automáticamente avanza a la primera base. De ahí la importancia del lanzador en controlar la pelota. También un bateador puede no dar un golpe, y si pelota ha entrado en esa zona cúbica se cuenta como sihubiera intentado batearla sin éxito. ¿Quién decide si la pelota ha entrado en esa zona? El árbitro, pero las discusiones son comunes.
Comparado con el fútbol, este deporte es muy lento; expertos han calculado que durante un partido de dos horas, los minutos de juego real -lanzar, batear, defender, tirar, correr- son siete o ocho, nada más. Pero tal vez por eso, se aumenta la tensión en momentos decisivos. Y en cada jugada, los aficionados expertos creen ver múltiples posibilidades tácticas y estratégicas: que si un lanzador zurdo tiene mayor ventaja contra batidores diestros; que si las dimensiones del estadio favorecen a un bateador determinado; que si en esta situación es conveniente que el corredor intente correr e intentar robar una base; que procede quitar a un lanzador y poner a otro... Las posibilidades son infinitas.
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